Recetas de Halloween para hacer con niños

Cinco recetas fáciles y saludables de Halloween para disfrutar con los niños

Sin embargo, aquí nos vamos a poner el delantal no para replicarlos, sino en busca de recetas que hacer con los más pequeños de la casa y divertirnos, al mismo tiempo que aprenden a comer. Precisamente, Miriam Latorre, dietista-nutricionista y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, aconseja esto: «Participar en la elaboración de recetas adaptadas a su edad fomenta que nos pregunten con naturalidad acerca de los alimentos. También da pie a los adultos a hablar de sus cualidades, integrar a los niños». Eso sí, como del azúcar ya hacemos uso y abuso todos los días, nos vamos a quedar con las opciones más 'healthy'. Total, de las gominolas de fantasmas y huesitos no nos vamos a librar.

Vamos a empezar este menú con una bebida. Pero en vez de poner los típicos refrescos, vamos a hacer uno muy particular. Una especie de 'bloody mary' –sin alcohol, que estamos en 'horario' infantil– de frutos rojos.. Para ello, trituramos en un procesador de alimentos frutos rojos de todo tipo: frambuesas, fresas, arándanos... Colamos el resultado y lo diluimos un poco con agua y limón. Si es demasiado ácido, podemos usar algún edulcorante o miel, pero es mejor no abusar.

Lo servimos en unos bonitos vasos y decoramos de la manera más siniestra que se nos ocurra. Seguramente en las tiendas encontraremos algo que nos venga bien: ojos, murciélagos, telas de araña... También podemos hacerla nosotros, como recomiendan en el blog Directo al Paladar, con más fruta. Sacamos bolitas de un melón, le clavamos unas pepitas de chocolate a modo de iris y los ponemos sobre el líquido. Rico, rico y con antioxidantes.

Como entrante, vamos a hacer otros ojos de morirse. Para ello, necesitaremos plátano, mantequilla de cacahuete y una tortilla mexicana o, si somos mañosos, crepes. Empezaríamos por hacer estos últimos siguiendo la receta clásica, que lleva huevo, leche y harina. Pero si no queremos complicaciones, tiramos de las tortillas mexicanas, que incluso las hay sin gluten, por si hay algún celiaco en la fiesta.

Sobre ellas ponemos una capa de mantequilla de cacahuete. Envolvemos un plátano y cortamos en rodajas. Por último, decoramos con ojos comestibles o pepitas de chocolate a modo de ojos y las pinchamos de dos en dos en una brocheta.

Esta es otra receta de aperitivo que lo mismo vale para un picoteo que para un plato principal. Está colmadita de antioxidantes y vitaminas. Lo primero es hacer guacamole casero. Para ello, compramos los aguacates y los partimos a la mitad. Los vaciamos y reservamos la piel. Mezclamos la pulpa con cebolleta fresca, cilantro, sal, vinagre y, si a los críos les gusta, un poquito de tabasco. Lo trituramos y rellenamos las cáscaras con ello.

Decoramos con aceituna negra, cebolla, pimiento, zanahoria rallada... Con todos estos ingredientes vamos 'creando caras' en cada mitad. Cuanto más feas sean, mejor. Se trata de hacer rostros que den miedo. Lo acompañamos de nachos, pero para hacerlo más de estas fechas podemos buscar que estén hechos de maíz azul o tintados en negro. 'Terricioso'.

Estamos muy acostumbrados a que las recetas dulces de Halloween sean una amalgama de chocolate, nata, sirope y gominolas, pero la fruta tiene cabida. Y es más, nos puede hacer quedar fetén ante el resto de padres en la fiesta del colegio. Para esta preparación solo necesitamos tres ingredientes: kiwis, palitos salados y algunas pepitas de chocolate, negro a ser posible.

Se trata de partir la fruta a la mitad y hacer con cada una de ellas una cabeza de Frankestein. Para ello tendremos que echar mano de nuestra destreza a la hora de pelar el kiwi con gracia: dejamos solo una parte verde, que será el rostro, y el resto (lo marrón, la piel) será el pelo del personaje. Al flequillo le daremos gracia con un corte en zigzag. Con el chocolate haremos los ojos y los palitos los ponemos a cada lado de la 'cabeza' a modo de tornillos.

Si somos poco mañosos, unos plátanos cortados en dos trozos con ojos y boca de chocolate ya son bastante graciosos porque parecen fantasmas. Otra opción: corta gajos de manzanas, une dos como si fueran una boca con mantequilla de cacahuete y ponle cacahuetes pelados a modo de dientes. Si rematas con un ojo pinchado encima (se puede hacer con el melón como decíamos en la primera receta), lo bordas.

Venga, bah, no puede haber una fiesta para niños sin chocolate. Y lo vamos a gastar aquí, con unas momias de chocolate. Sobre todo porque una buena educación alimentaria implica «comer de todo en una proporción y frecuencia adecuadas y sin culpas por ingerir puntualmente algún alimento que no sea tan saludable», señala Latorre.

Necesitamos una lámina de hojaldre que cortaremos en ocho rectángulos. Cuatro de ellos los rellenaremos con crema de chocolate. Los otros cuatro los haremos tiras a modo de vendas de la momia y las pondremos encima del chocolate. Como tienen que quedarse pegadas, podemos pincelamos con huevo batido. Metemos las cuatro momias al horno: 180 grados durante unos 25 minutos. Y listo. Para presentarlas, espolvorea azúcar glas.

Otra opción es usar un bizcocho de chocolate, cortarlo en dados y ponerles por encima fondant (una pasta de azúcar que se maneja como la plastilina) cortado en tiras, como en la imagen. Pero para esto necesitamos algo más de tiempo y de previsión porque hay que tener ambos ingredientes en casa.