Migrañas y alimentos

¿Y si la causa de tu migraña está en el tomate?

Una amiga nutricionista le recomendó también que anotara lo que comía. Y así fue cuando se dio cuenta de que muchas de sus crisis coincidían con aquellos días en que había tomado un alimento tan saludable y básico en la dieta mediterránea como el tomate. Y daba igual si había sido en ensalada, en salsa con unos macarrones o en gazpacho. Se quedó sorprendida y con esa información volvió a hablar con su amiga, que le recomendó comentárselo al médico.

¿Qué tiene este alimento de malo para convertirse en el enemigo número uno de algunas personas como Alejandra? La histamina, una sustancia química con muchos efectos sobre nuestra salud. A muchos alérgicos les suena porque es lo que segregan sus glóbulos blancos cuando tienen contacto con aquello que les da reacción y que les provoca estornudos, picores, urticaria... Pero esto es solo una de sus funciones. Tiene decenas. Y de hecho, tener histamina en el cuerpo es lo normal, tanto porque la producimos de manera natural como porque la recibimos a través de lo que comemos, como en el caso del tomate.

El problema está cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminar esta última diariamente, señala la dietista-nutricionista Adriana Duelo. Es decir cuando sufrimos lo que se conoce como «déficit de DAO», una alteración que sufre un 10% de la población, prosigue la experta, y que fue lo que le diagnosticó el doctor a Alejandra después de estudiar su caso.

Esta situación se produce cuando la enzima que se encarga de regular la histamina en nuestro cuerpo se vuelve perezosa. «Todos tenemos diamino oxidasa o DAO», señala la también fundadora y directora global del International Institute of DAO Deficiency. Pero en ocasiones, funciona de una manera «más lenta o está poco activa» y no es capaz de regular toda la histamina que comemos. Digamos que es como un semáforo que deja pasar o no a los coches en determinado sentido cuando hay algún cruce.

El problema es cuando falta o cuando falla. Entonces, toda la histamina acaba en nuestra sangre y empiezan los problemas. Lo normal es tener entre 50 y 75 mg/l, pero si esta cantidad se supera, «se saturan sus respectivos receptores y aparecen síntomas tan dispares como la hinchazón abdominal, los picores, y la migraña entre otros muchos». ¿Y por qué duele la cabeza? Pues porque uno de los puntos del organismo donde suele ir la histamina son las arterias temporales. Allí «provoca una vasodilatación» que da lugar a la crisis.

Es por todo esto que hay personas que cuando consumen tomate acaban teniendo cefaleas. Pero no es el único alimento con estas consecuencias. «Hay decenas de ellos, bien porque son ricos en histamina o en otras aminas (compuestos) que liberan esta sustancia o que bloquean la enzima DAO». Es el caso, por ejemplo, del queso, del vino, de la cerveza o del chocolate, que son 'sospechosos' habituales de causar dolores de cabeza. Pero más recientemente se ha señalado a otros alimentos «que sorprenden» porque están clasificados como saludables.

A Alejandra, su médico le recomendó llevar una dieta baja en histamina. Y lo mejor para eso es acudir a un nutricionista experto en estos temas porque tiene más miga de la que parece. «Al inicio del tratamiento y durante la fase más estricta, llegamos a retirar frutas y verduras como las espinacas, la berenjena, la naranja o el aguacate», señala Duelo, que recomienda encarecidamente que esto solo se realice bajo control de un especialista, que es el que puede valorar si da o no resultados.

También son ricos en histaminas o bloqueadores de DAO los embutidos, la clara de huevo, las conservas de pescado, los patés... Y hasta los fermentados. Pese a que nuestra microbiota los quiera mucho, tendríamos que prescindir de cosas como el chucrut, el kimchi o la kombucha, que se ha convertido en el refresco saludable de moda. Luego, y siempre bajo control, se irán introduciendo progresivamente.

– ¿Incluido el tomate?

– En una fase avanzada, cuando se ha conseguido equilibrar los síntomas del paciente, se puede incorporar, claro. Incluso podremos comer unos espaguetis a la 'puttanesca'. Pero no porque toleremos el alimento sino porque nos protegeremos con enzima DAO exógena y porque habremos aprendido cuál es la frecuencia y la cantidad adecuada que podemos tomar sin notar molestias.