'El Nota', ecologista

Y además de todo esto, el oscarizado intérprete, precisamente por su papel de cantante de country con problemas en 'Corazón rebelde' (2009), a sus 70 años vuelve a exhibir vena ecologista y presenta una línea de guitarras acústicas respetuosas con el medio ambiente: el modelo Signature de la marca Breedlove, con sede en Oregón (EE UU), codiseñado por la citada empresa, el propio actor y el guitarrista principal de su grupo, Chris Pelonis.

«Los árboles son los pulmones de nuestro planeta. Necesitamos mucho los bosques para templar el clima, reponer nuestra agua dulce y brindar refugio a nuestra vida silvestre. Parece incorrecto que hayamos sacrificado nuestros bosques ancestrales para hacer instrumentos para la música», dice el artista. Fabricadas a mano, las guitarras van firmadas por Bridges. Los precios van desde los 600 euros la más barata, a los 2.300 de la más cara, pasando por los 850 para la de gama media.

Su papel de 'El Nota' sigue completamente vigente y hay comunidades virtuales en Facebook con millones de fans que continúan enganchados a aquella película y adoptan, se entiende que adaptado, el estilo de vida relajado del personaje como una peculiar filosofía de vida. Cosas como ir al súper en bata de casa y cangrejeras –unas sandalias de río que fueron incluidas como ocurrencia del actor– para beberse la leche directamente del tetrabrick sin pasar por caja. O conducir escuchando la Creedence, con una birra en la mano y en la otra un cigarrillo de hierba encendido que acababa en su entrepierna.

Aunque el pasota personaje poco tiene que ver con la realidad del actor, quien, muy preocupado por el medio ambiente, combina el trabajo con su faceta de activista. Con el objetivo de lograr las guitarras eco promocionadas por el artista, el propietario de Breedlove, Tom Bedell, ha viajado a los bosques de Surinam para obtener madera de granadillo, a la República del Congo en busca de caoba y a los Alpes suizos a por «abeto europeo torrefacto de sonido vintage», y se ocupa de verificar «la cosecha de la materia prima, la cadena de custodia de la misma y las prácticas ecológicas sólidas». Explica que, aunque no se trata de la forma de actuar habitual por parte de los fabricantes, quieren que sus acciones individuales fomenten «una reacción en cadena que provoque una gran ola de cambio».

Este proyecto, que lleva por lema 'All In This Together' (Juntos en todo esto), otorga parte de sus beneficios a The Amazon Conservation Team (Equipo de Conservación de la Amazonia, https://www.amazonteam.org), que colabora con indígenas para proteger las selvas tropicales y la cultura tradicional. «Podemos fabricar nuestros instrumentos con madera recuperada o recolectada selectivamente de bosques sostenibles –explica Bridges–, al tiempo que protegemos el hábitat y sustentamos a la comunidad local. Podemos hacer la diferencia».

«Trabajar con Jeff –dice Bedell– en la creación de estas tres guitarras ha sido increíble en todos los frentes y me alegra haber hecho un buen amigo en el proceso. Jeff y yo compartimos la pasión por hacer música y por mantener los bosques del mundo, los cuales sustentan la vida aquí en la Tierra de muchas maneras. Jeff ha estado haciendo música toda su vida. No es algo que aprendió para un papel en una de sus películas clásicas, sino que la música lo impulsa y despierta su conexión con la gente y con nuestro planeta».

El interés de Bridges por el medio ambiente se plasmó en 2018 con la producción y su participación como narrador en la película documental 'Living In the Future's Past', que llevaba por subtítulo '¿Qué tipo de futuro te gustaría ver?', dirigida por Susan Kucera. En ella, el actor junto a psicólogos, antropólogos, líderes espirituales y científicos discuten acerca de cómo la biología, la física, la economía y la política han contribuido, cada una a su manera, a las sucesivas crisis, además de abordar el grave problema del cambio climático. Bridges lo sufrió en propia carne en enero de ese año, cuando su casa en Montecito (California) sufrió la embestida de una montaña de escombros por culpa de varios incendios que provocaron la deforestación y desestabilización de los terrenos colindantes. Ellos salvaron la vida, pero murieron 21 personas.

«Como tanta gente, estoy preocupado por nuestro planeta –dice él sobre la película medioambiental– y por este cambio tan rápido que está sucediendo. Quería hacer algo que aportara nueva información. No quería un documental que señalara con el dedo a la gente mala del petróleo y ese tipo de cosas. O que destacara todos los terribles hallazgos que han encontrado los científicos. Ya hemos hecho suficiente de eso. ¿Por qué nos comportamos de esta manera sabiendo lo que dicen todos nuestros principales científicos?», pregunta sin esperar respuesta.