«Escucho los chascarrillos de los políticos y me quedo loca»

–¿Qué queda de la Anabel Alonso de 'La bola de cristal'?

–En mi fuero interno me mantengo con la misma ilusión y sin miedo a equivocarme. No somos neurocirujanos, nadie se juega la vida con nosotros. Hay que arriesgarse. Lo peor que te puede pasar es que te quedes como estás.

–¿Se ve de humorista 'youtuber'?

–Me sacas de Twitter y un poco de Instagram... Digamos que YouTube y Tik-Tok ya se me escapan. Pero cuando yo empecé, o te lo currabas o no llegabas a nadie. Esto es como más democrático. Puedes colgar tus creaciones y llegar a miles de personas. Me parece una maravilla.

–¿La pandemia ha demostrado que la risa es terapéutica?

–Absolutamente. El humor es necesario, más aún en épocas duras. Me acuerdo de los sanitarios, que dentro de todo su maremágnum hacían vídeos divertidos para levantarse entre ellos el ánimo. Esa es una de las funciones del humor. Dar ese punto positivo aunque sea en una de las realidades más negras.

–Es muy activa en las redes sociales. ¿Ser políticamente correcta está sobrevalorado?

–Hay un afán por agradar a todo el mundo y eso es imposible. Nunca me han censurado ningún tuit, yo digo lo que pienso aunque intento no ofender a nadie, otra cosa es que luego a alguien no le guste. Si yo llamo a un electricista, no le pregunto a quién vota, lo que quiero es que me arregle el enchufe. Si no te gusta lo que pienso, qué le voy a hacer.

–¿Qué tal lleva los 'haters'?

–Fenomenal. A veces les contesto e incluso luego son ellos los que me bloquean a mí. Hay comentarios que no se pueden dejar pasar. Pero luego hago como 'lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas'. Lo que pasa en Twitter se queda en Twitter.

–¿Qué es lo más sorprendente que le han dicho?

–Me río mucho cuando me llaman 'vieja', como si me fuera a ofender eso. ¿Vieja? Y mucho más que lo pienso ser. O te dicen eso de que 'no te llama nadie para trabajar'. Yo lo leo y pienso: 'Madre mía, ¿estos qué ven?'.

–Menudos 'zascas' le mete a su excompañero Toni Cantó...

–Es que le conozco hace muchos años y, de repente, dice unas cosas que me dejan petrificada. Yo sé que la gente cambia, pero hay cosas que me sorprenden y no puedo evitarlo...

–¿Le ha comentado algo?

–No, no. Tampoco me ha bloqueado, así que imagino que lo lleva medianamente bien.

–¿Diría que a día de hoy el humor es un incomprendido?

–El humor no puede dirigirse solo al más débil, si quiere ser irreverente y provocador hay que tirar hacia quienes tienen poder, ya sea político o económico. No dejar títere con cabeza.

–¿A los políticos les falta sentido del humor?

–Les falta sentido del humor, formación, altura política, humana... Yo les encuentro bastante precarios. Cuando era pequeña me parecía que los políticos eran más formados y educados, ahora escucho los chascarrillos, veo la falta de rigor y me quedo loca.

–Pasó por 'Masterchef', ¿se pone en los fogones en casa?

–Me pongo más desde que pasé por el programa, pero también reconozco que cuando finalizó estuve meses sin acercarme a un fogón. Acabé empachada de tanta técnica y múltiples salsas.

–Pensaba que iba a decir que desde entonces prefiere los huevos fritos con chorizo...

–Donde estén unos huevos con pimientos o un arroz con chirlas...