Me gusta, pero... ¿me queda bien? Te ayudamos a elegir las prendas y los colores que te favorecen

«Olvídate de lo que pesas y de lo que mides. La idea es lograr la armonía consiguiendo con la ropa una figura que se asemeje a un reloj de arena. Es decir, que visualmente el ancho de los hombros sea igual que el de la cadera y que la cintura esté definida». Y va con las recomendaciones Roberto Sánchez: «Si tienes las caderas anchas, no trates de esconderlas usando prendas ajustadas, sino de dirigir la atención hacia la parte de arriba para que se vea más ancha. Y lo mismo si eres de hombros anchos y caderas estrechas».

Para dar volúmen arriba:

Hombreras, volantes, camisas estampadas, bordados, tachuelas, colores claros, jerseys 'oversize'...

Para dar volumen abajo:

Una falda con volumen, un pantalón 'palazzo' o con bolsillos laterales.

«Si tu figura corporal coincide con el reloj de arena, el mejor consejo es que no la distorsiones. Las prendas ajustadas o 'slim fit' son una magnífica opción, además de chaquetas ajustadas a la cintura, pantalones de cintura alta, faldas tubo, monos con cinturón...», enumera el experto.

«No se puede generalizar y decir que a las morenas les quedan bien los tonos fríos y a las rubias los cálidos, porque eso es meter a todas las morenas en el mismo saco (y en otro a todas las rubias), y además del color de pelo y piel hay que tener en cuenta el de los ojos, los labios, los dientes, el tono del moreno, etc. Lo de los colores tiene mucha enjundia».

¿Hay colores fáciles y difíciles? «Los más fáciles son el negro, el blanco, las paletas suaves. Pero el marrón, por ejemplo, es muy complicado. Se asocia a marchito, a caduco, a armario de 'senior', por lo que a los jóvenes les cuesta llevarlo como básico. Sin embargo, el año pasado fue tendencia y a la persona que le queda bien el marrón le queda increíble», asegura Fátima Valdés. Añade Roberto Sánchez «los colores flúor». «Hubo mucho furor con estos tonos, pero hay que saber acertar para que la prenda no resalte por encima de la persona».

Para dar con el tono ideal, los expertos recomiendan hacer el test de color con cada cliente. «Se dice que el marrón es para pieles cálidas y que el azul marino es para tonos fríos, pero no es exactamente así, hay muchos matices. De ahí la importancia del estudio personalizado», advierte Valdés, también profesora del Instituto Europeo de Diseño (IED Madrid).

Pero, para hacernos una ligera idea, para una primera aproximación, aquí una orientación de la mano de Roberto Sánchez: «Lo primero es definir si nuestro tono de piel es frío o cálido. Y hay cuatro formas de saberlo, cuatro comprobaciones sencillas que podemos hacer».

¿De qué color son las venas de tus muñecas? Si son más bien azules indicarán que perteneces a la gama de colores fríos. Si son verdosas, a los cálidos.

Coge una prenda de color oro y otra de color plata (o accesorios) y sitúalas junto a la cara. El color correcto iluminará el rostro: oro es cálido y plata es frío.

Extiende junto a la cara una toalla blanca y fíjate en las tonalidades de la cara. Si aparecen matices amarillos es señal de que perteneces a los cálidos y si son más bien matices rosados, frío.

Aplica sobre la piel una base de maquillaje con matices amarillos (cálidos) y otra con rosáceos (frío). ¿Cuál te queda mejor?

Esta clasificación básica se completa con cuatro estaciones. Si tu subtono de piel es frío tus estaciones son invierno o verano (con predominio de azul en su composición). Y si es cálido puede ser otoño o primavera (predominio de amarillo).

«Pieles muy claras con subtono azulado se queman con el sol con facilidad, ojos marrones, grises, azules o verde claro, pelo desde castaño oscuro a negro y alto contraste entre el color del pelo y el de los ojos o la piel. Les favorecen: blanco puro, negro, vede pino, gris, azul marino, rojo, morado, magenta y plata», orienta Sánchez.

«Piel clara pero con menos contraste con el pelo y los ojos, cabello rubio, ojos azules, verdes y marrones pero claros. Le favorecen el blanco suave, el rojo, el azul cielo, rosa, lavanda, turquesa, gris claro...».

«Te cuesta poco ponerte moreno, te dura el bronceado, el cabello es castaño, rubio oscuro o pelirrojo; los ojos, verdes, marrones, ámbar o incluso azul. Le quedan bien los colores intensos, blanco marfil, dorado, marrón, amarillo, naranja, bronces, verde azulado u oliva, salmón, gris pardo, camel, terracota...».

«Tiene la piel bronceada la mayor parte del año, pelo desde castaño luminoso hasta rubio claro y ojos claros. Le pegan los tonos suaves: coral, lima, naranja claro, amarillo pálido, salmón claro, camel, marrón claro, verde pastel, azul aguamarina, blanco marfil».