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A qué temperatura pone la lavadora? ¿Y el lavavajillas? ¿Qué cazuela usa para cocer la pasta? ¿Dónde tiene colocado el frigorífico en la cocina? ¿Al lado del horno o cerca de la ventana? Y las bombillas, ¿son halógenas? Pues depende de lo que responda, la ... factura de la luz será más o menos abultada. Porque bajar unos grados la temperatura del agua cuando hace la colada le permitirá ahorrar hasta un 40% de energía en cada lavado y si usa una cacerola de fondo plano que se adapte al diámetro del fuego de la placa el contador de la casa dará bastantes menos vueltas. También le sale bastante más a cuenta esperar a que se llene el lavavajillas que poner dos ciclos a media carga o usar el programa 'listo para plancha' de la secadora siempre que sea posible. «Se trata de pequeños 'ahorros' que de forma individual apenas se notan, pero que si los sumamos todos suponen un buen pico al final de mes», argumentan en la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU), que acaba de realizar un estudio sobre el consumo diario de los electrodomésticos con los precios actuales de la luz, que rondan los 30 céntimos por kWh
Ahora bien, el mayor ahorro, ese que hace cambiar varias cifras de la factura, está más relacionado con el tipo de electrodoméstico que con los pequeños trucos de uso. «La diferencia entre los modelos de lavadoras, lavavajillas o secadoras más eficientes y los que no lo son tanto pueden suponer una diferencia de consumo y, por tanto, de gasto de hasta el 50%. Y eso que estamos hablando siempre de modelos actuales. Si hacemos la comparación con aparatos más antiguos, cuando los fabricantes apenas tenían en cuenta la eficiencia, las diferencias de consumo son mucho mayores», precisan los técnicos de la OCU, que cifran en unos 24 euros al mes el ahorro medio que se puede conseguir solo con usar electrodomésticos más eficientes. Pero no todo son 'ventajas'. Este tipo de aparatos requieren una inversión inicial mucho mayor, puesto que suelen ser más caros que las versiones menos eficientes. «Con todo, su compra siempre compensa», defienden los expertos.
«Para adelgazar la factura de la luz también conviene espaciar el uso de los electrodomésticos a lo largo del día para no tener que contratar mucha potencia y aprovechar las horas más baratas para encender los aparatos que más consumen», añaden. Al margen de los pequeños ahorros, se debe tener en cuenta que en una vivienda siempre hay un consumo de base, que incluye el frigorífico y todos los aparatos que se dejan siempre encendidos como la caldera, el router o los altavoces inteligentes.
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