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Isaac Asenjo
Madrid
Viernes, 28 de octubre 2022, 00:18
Pese a estar viviendo un otoño inusual en el que el fresco se resiste a entrar y tenemos temperaturas más propias del verano en gran parte del país, no debemos olvidar que el frío está a las puertas, que va a llegar de un momento ... a otro. No solo eso. Tal y como advierten los meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dentro de unas semanas podríamos tener algunos fenómenos extremos en los próximos meses.
Así que, como cada año –pese a que este llegue más tarde de lo habitual–, es hora de adaptar nuestro coche para hacer frente al invierno. Expertos en el mundo del motor nos asesoran sobre la puesta a punto que debemos hacer próximamente a los vehículos para afrontar con seguridad la campaña de frío.
Y lo primero es hacerle un chequeo general para conocer el estado real en el que se encuentra nuestro coche, furgoneta... ¿Cuánto hace que no lo llevas a una revisión? «Es fundamental revisar los elementos claves para la seguridad: neumáticos, limpiaparabrisas, batería, filtros, nivel de aceite, frenos y faros. Si uno de ellos falla, no debemos escatimar en gastos», comentan desde la Fundación Línea Directa.
Entre esos elementos clave, los expertos destacan el líquido anticongelante. No cambiarlo supone un riesgo porque, con el tiempo y el uso, va perdiendo sus propiedades. Este producto protege el motor de las bajas temperaturas, lo que otorga mayor vida útil al vehículo. «Es fundamental revisarlo una vez al año o cada 20.000 kilómetros, lo que ocurra antes», da la orientación Gerard Palau, cofundador de Recomotor.
Se recomienda de manera general revisar la batería cada seis meses si el vehículo tiene una antigüedad igual o superior a los 2 años. Así que si tenemos una batería llegando al final de su vida útil (4 años), es muy probable que si la sometemos a temperaturas bajas dé problemas en momentos de elevada exigencia como puede ser el momento del arranque del motor.
No obstante, un buen cuidado de este importante dispositivo pasa por mantener los bornes limpios, limpiar el acumulador en épocas de lluvia y asegurarnos de que dispone de un buen anclaje. En caso de que la batería se agote –si eso sucede, no podrá arrancar el vehículo– se puede recurrir a packs para emergencias (se pueden encontrar desde 50 euros) que incluyen arrancador de baterías, hinchador de ruedas y linterna.
Los neumáticos deben estar en correctas condiciones de uso y no esperar a que se gasten al máximo para cambiarlos. Nuestra seguridad en la carretera –tanto en verano como en invierno– depende en gran medida del estado de las ruedas.
En los meses de más frío lo ideal sería recurrir a los neumáticos pensados específicamente para esta estación, pero son caros y no es algo que se puedan permitir todos los bolsillos. «Es importante que tengan una profundidad mínima de la banda de rodadura de 1,6 milímetros para evacuar el agua de forma eficiente los días de lluvia. La presión de las ruedas también es un punto vital. Por eso, en invierno cada quince días deberíamos asegurarnos de que llevamos correctamente la presión recomendada por el fabricante, sobre todo antes de un viaje», explican los especialistas consultados para este reportaje.
Si nuestro coche no 'duerme' a cubierto en garaje, no está de más protegerlo con una lona durante las noches más frías del año. De esta manera, «reducimos el riesgo de que se forme hielo en los cristales, protegemos la mecánica y evitamos posibles arañazos fortuitos en la carrocería», explica en Fundación Línea Directa. Pero si no nos gusta esta solución, hay dos alternativas: levantar los limpiaparabrisas para evitar que se dañen con las heladas y no emprender la marcha directamente cuando se arranca, sino esperar a que los líquidos y la mecánica del coche recuperen parte de su temperatura normal. «Cubrir con cartón o algún material similar la luna delantera puede ayudar a que no se agriete por un cambio muy brusco de temperatura en el momento de encender la calefacción en el interior del vehículo», avierten en Recomotor.
Esto ya no tiene que ver con cuestiones de seguridad, pero en invierno todos sabemos lo molesto que es mojar el coche al entrar con la ropa y el calzado empapado de la lluvia. Para eso existen cubreasientos impermeables.
Conducción eficiente Se logra manteniendo un ritmo constante sin acelerones ni frenazos bruscos. De este modo prevendrás de forma notable el desgaste del sistema de fricción.
Reemplaza sus componentes Se recomienda cambiar las pastillas de frenos cada 25.000 kilómetros. Vigila que su espesor
Comprueba el líquido Si está sucio afectará negativamente a la frenada del vehículo. Recuerda cambiarlo cada dos años o cada 50.000 kilómetros.
Atención a señales acústicas Los ruidos molestos cuando presionas el pedal de freno son síntomas de que necesitan una revisión y, posiblemente, un cambio, alertan los especialistas.
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