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Higinia Garay
«¿Me compensa 'cerrar' la llave del gas y comprar radiadores eléctricos?»

«¿Me compensa 'cerrar' la llave del gas y comprar radiadores eléctricos?»

La respuesta es rotunda, no. La calefacción eléctrica cuesta una media de 0,60 euros la hora frente a los 0,35 del gas con la tarifa TUR

Sábado, 15 de octubre 2022

Este invierno vamos a tener que hacer muchos números antes de encender la calefacción para no quedarnos helados... con la factura. Así que saque la calculadora y apunte, porque conocer las tarifas más ventajosas y elegir el sistema de climatización que más le conviene repercutirá directamente en su bolsillo. La idea es elegir la calefacción más barata y eficiente en función de las características de la vivienda que quiere calentar (superficie, calificación energética, ubicación, tipo de aislamiento...) porque está claro que no es lo mismo mantener una temperatura agradable en una casa grande en el norte de España que caldear una segunda vivienda en un ciudad de clima templado.

Es precisamente en este punto de la ecuación donde se plantean más dudas entre los consumidores. ¿Qué calefacción es la más barata? ¿Mejor gas natural o calefactores eléctricos? ¿Compensa realmente cambiar de tarifa? Vayamos por partes.

Si es de los que se ha planteado 'cerrar' la llave del gas natural y comprar unos calefactores eléctricos para pasar el invierno, olvídese. De acuerdo con los cálculos realizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para este periódico con los precios actualizados del viernes, encender un calefactor eléctrico cuesta una media de 0,60 euros la hora, frente a los 35 céntimos que le cobrarían las compañías de gas natural con la tarifa de último recurso (TUR), a la que pueden acogerse la mayoría de los hogares españoles: si consume menos de 50.000 kilovatios al año, no lo dude. Cámbiese de tarifa.

Tarifa de último recurso (TUR)

  • ¿Qué es? Es la Tarifa de Último Recurso del gas, con precios regulados por el Gobierno y que se revisa cada tres meses. Hay tres tipos, la TUR 1 (para consumidores de menos de 5.000 kilovatios hora anuales), la TUR 2 (para los que tienen una demanda de entre 5.000 y 15.000, la mayoría) y la TUR 3 (hasta 50.000).

  • ¿Compensa? Sí, sin duda. Según la compañía en la que tenga ahora contratado el gas, puede ahorrar más de la mitad de la factura.

  • ¿Qué compañías la ofrecen? Son cuatro:Comercializador de Último Recurso (Grupo Iberdrola), Ibaser (EDP), Energía XXI (Endesa) y Comercializadora Regulada (Naturgy).

  • ¿Quién puede acogerse a ella? Cualquier cliente que consuma menos de 50.000 kilovatios al año puede acceder a ella. Lo de 'último recurso' puede llevar a pensar que solo está destinada a personas en situación vulnerable pero no es así.

  • ¿Qué hago para cambiarme a esta tarifa? Puede hacerlo por Internet y también en los puntos de información de las compañías. Le solicitarán sus datos, los de su domicilio y los de facturación. También el número CUPS. Este es el Código Unificado de Punto de Suministro y lo encontrará en su última factura, por lo que lo mejor es que tenga una a mano. Tenga paciencia, las líneas están saturadas estos días.

  • ¿El cambio es automático? No, no lo es. Suele aplicarse en un plazo de unas tres semanas, aunque puede variar según las comercializadoras.

60 euros al mes

El cálculo es sencillo. Si va a encender la calefacción una media de ocho horas al día, la diferencia entre ambos sistemas de calefacción es de 60 euros al mes a favor de los radiadores de gas natural: 84 euros frente a 144. «Los calefactores eléctricos solo compensan en pisos muy pequeños, segundas viviendas o en zonas climáticas templadas, donde apenas hay que encender la calefacción para alcanzar una temperatura de confort de unos 22 grados. En el resto, el gas natural siempre es la mejor alternativa», concluyen desde la OCU.

Pero no todo son ventajas. Uno de los grandes inconvenientes de este sistema de calefacción es que se necesita un acceso directo al suministro de gas natural y que no siempre es posible, además de los elevados costes de instalación, que rondan los 4.000 euros de media.

El 42% de la energía que se consume en los hogares se dedica a la calefacción y al aire acondicionado

Pese a que se trata de la tecnología más usada en los hogares españoles (39%), según los datos que maneja el comparador Selectra, los expertos en climatización alertan de que seis de cada diez calderas que todavía están operativas no son de condensación, por lo que resultan muy poco eficientes desde el punto de vista del consumo. «Si dispone de un aparato antiguo, valore sustituirlo por un nuevo modelo para mejorar su rendimiento», aconsejan en la OCU. «Su precio oscila entre los 600 y los 2.000 euros dependiendo de la marca y el modelo. Una vez colocada la caldera, un instalador autorizado debe emitir un documento (120 euros, aproximadamente) que certifique que el aparato cumple los parámetros de seguridad», añaden en Selectra.

Si va a hacer obras... aerotermia

Si duda entre gas y electricidad, los datos no dejan lugar a dudas. Ahora bien, si está pensando en comprar una casa nueva o en reformar la que ya tiene, el sistema de calefacción que gana por goleada es la aerotermia. «Hoy por hoy es la única alternativa al gas natural por precio, unos 200 euros al año de media», insisten en la OCU. De hecho, sus ventas se dispararon un 35% el año pasado, con más de 64.000 unidades instaladas. «En valores absolutos, todavía se trata de un mercado pequeño, pero está cada vez más presente en las viviendas de nueva construcción», aseguran en la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (FEGECA), un sector que no para de crecer y que solo el año pasado facturó cerca de 900 millones de euros.

600 euros es la cantidad media que se pagaba hasta ahora en España al año en calefacción

El 'problema' de la aerotermia es que su instalación es la más cara (unos 10.000 euros de media) y engorrosa, por eso se recomienda para casas de obra nueva o en reformas. La calefacción con bomba de calor intercambia energía con el exterior y sirve tanto para calentar la casa en invierno como para refrigerarla en verano «de una forma sencilla y respetuosa con el medio ambiente», explican en la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC).

«Se trata de los típicos splits de aire acondicionado, pero también de los novedosos sistemas de aerotermia aire-agua, una tecnología que aprovecha la energía calorífica del exterior y la lleva al interior de la casa a través de un circuito de agua caliente. Los primeros (recomendables para viviendas situadas en climas cálidos) se pueden usar como apoyo a otros sistemas de calefacción, mientras que los segundos calientan viviendas en zonas frías sin mayor problema. El 75% de la energía que se obtiene con este sistema es gratuita. Es decir, solo pagas el 25% de lo que consumes», añaden en la OCU.

Compare tarifas

En cuanto a las tarifas, tómese su tiempo y compare bien los precios porque la diferencia en la factura puede ser muy importante. Según un estudio realizado por Rastreator, en el que se analizan las mejores tarifas de luz del mes de octubre, las diferencias pueden alcanzar hasta los 13 euros mensuales. «Encontrar una tarifa de luz barata con la subida de precios no es sencillo, por eso se deben tener en cuenta varios aspectos antes de elegir una comercializadora u otra. El primero sería cómo se calcula la tarifa, que varía en función del consumo y la potencia que necesite cada vivienda, tal y como ocurre con las tarifas de gas, que tienen un término fijo y uno variable. Pero también influye el tipo de casa, superficie, número de inquilinos...», explican en el comparador.

Otras calefacciones...

El sistema de calefacción más presente en los hogares españoles es el de gas natural (36,8%), seguido de los radiadores eléctricos (19,5%), pero no son los únicos.

ESTUFA O CALDERA DE BIOMASA

Este sistema, que aprovecha los residuos orgánicos de las podas o los huesos de las aceitunas como combustible es el más económico y sostenible. El 'problema' es que no todas las casas tienen espacio suficiente para almacenar los sacos de pellets (biomasa) o los huesos que alimentan la caldera. Su funcionamieno es sencillo, pero requiere un conducto de evacuación de humos al exterior, además de un mantenimiento continuo para retirar las cenizas y limpiar la cámara de combustión. Las estufas distribuyen aire caliente, mientras que las calderas calientan un circuito de agua que se puede usar tanto con radiadores como con un sistema de suelo radiante.

BOMBA DE CALOR O AEROTERMIA

Entre las ventajas de las bombas de calor o sistemas de aerotermia destaca su eficiencia energética –por cada kilowatio hora que consume aporta cuatro de calor–, lo que las convierte en «una opción muy económica a pesar del elevado precio de la electricidad en estos momentos», explican en la OCU. En contra: el desembolso inicial para la instalación de la aerotermia, una de las últimas novedades en sistemas de calefacción baratos, ronda los 10.000 euros para 16 kilowatios hora. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que este sistema de refrigeración requiere la colocación de unidades exteriores y esto no siempre es posible.

GASÓLEO

Este tipo de calderas, mucho más contaminantes que las de gas y en proceso de desaparición, son habituales en casas ubicadas en zonas aisladas en las que resulta muy complicado acceder a las canalizaciones de gas natural. Pese a que se trata de un sistema de calefacción duradero y confortable –calienta la vivienda muy rápido y mantiene una buena temperatura–, tiene otro gran inconveniente, puesto que requiere de un espacio amplio en el que almacenar el combustible de manera segura. «Además, el precio del gasóleo es alto y continúa subiendo. Supone un gasto medio de unos 653 euros al año», alertan en la OCU.

AISLAMIENTO TÉRMICO DE LA VIVIENDA

Tan importante como elegir un buen sistema de calefacción es aislar la vivienda correctamente. «Si tenemos en cuenta que casi la mitad de la energía que se consume en los hogares españoles (42%) se dedica a la climatización (calefacción y aire acondicionado), cualquier intervención que consiga reducirlo repercutirá directamente en el bolsillo de los propietarios, que pueden llegar a ahorrarse cantidades muy importantes con un buen aislamiento térmico», argumenta Álvaro Pimentel, secretario general de la Asociación de Instaladores de Aislamiento (AISLA). De hecho, los expertos en climatización calculan que la pérdida de energía a través de la fachada, la cubierta y el suelo en una vivienda unifamiliar ronda el 70%, mientras que con el aislamiento adecuado se rebaja hasta en un 80%. Unos datos que avala el último estudio realizado por la OCU, en el que se concluye que «una casa con etiqueta energética E (la más baja) consume hasta diez veces más energía que una de categoría A (la más eficiente), lo que supone casi 1.000 euros al año de sobrecoste solo en la factura del gas».

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