La nube

Ciencia en píldoras ·
El nombre viene de la terminología que se usaba al inicio de internet

Manuel Tello

Domingo, 27 de junio 2021, 00:10

Vivimos en un mundo tecnológico en el que, a diferencia de épocas anteriores, los cambios se producen a gran velocidad. Uno de los más veloces es el que tiene que ver con la informática. Un mundo al que llegó tarde una parte de la población ... y, además, con pocas posibilidades de conectar. Un aspecto fundamental es el almacenamiento de datos. Ayer los almacenábamos mediante lo que se llama, un sistema de archivos local, por ejemplo nuestro ordenador personal. Hoy se ha pasado a un sistema de archivos global, conocido como 'la nube'. El nombre viene de la terminología que empleaban los expertos en los inicios de internet. En esos momentos, en los diagramas técnicos representaban con una nube a los servidores y a la infraestructura de red que formaba internet. Cada vez que se añadía un nuevo proceso decían, lo trasladamos a 'la nube'.

La nube no es algo inmaterial, está formada por servidores de centros de datos distribuidos por todo el mundo y se ofrece como un servicio para ser utilizado a través de internet. Con internet y con la distribución mundial de la nube se consigue que podamos tener disponibles nuestros datos, en cualquier lugar y siempre que lo deseemos. Nuestras fotos en iCloud, nuestra música en Spotify, nuestros documentos en Google Drive, etc. El usuario disfruta de innumerables beneficios con esta configuración. Accede a los servidores de la nube gracias al software que se ejecuta en esos servidores, a internet y con un navegador o una aplicación. Por tanto, no necesita gestionar los servidores físicos ni tampoco que se ejecuten aplicaciones de software en su ordenador personal. Esta facilidad hace que, además de acceder a los archivos y aplicaciones en cualquier lugar del mundo, lo podamos hacer desde cualquier dispositivo: teléfono móvil, computador, etc. Algo, también válido para los proveedores de correo electrónico en la nube. En resumen, se puede decir que los servidores, el almacenamiento, los recursos informáticos y la seguridad, algo absolutamente necesario, son los componentes fundamentales de la infraestructura de la nube.

Es fácil intuir que la nube genera también beneficios, muy importantes en el mundo empresarial, sobre todo en las pequeñas empresas. Con la nube cubren, por muy poco dinero, sus necesidades de infraestructura y, además, se facilitan sus operaciones a nivel internacional. Empleados y clientes pueden acceder a los mismos archivos y aplicaciones desde cualquier lugar del mundo. Además, para evitar problemas de acceso, lo que se llama 'quedar colgados', los proveedores de nube hacen copias de seguridad de sus servicios en varias máquinas en diferentes lugares del mundo.

Esto, que es una extraordinaria revolución, quedará obsoleto cuando esté en el mercado la computación cuántica. Con ella, que no tardará mucho en llegar, se generará un nuevo mundo de posibilidades, velocidades, almacenamiento de datos, etc.