Secciones
Servicios
Destacamos
Hace no tanto, el que elegía la carrera de Física era mirado como un 'rarito', como una persona que tenía unas ganas locas de pasar muchas horas «encerrado en una habitación, a la luz de un flexo y entre fórmulas», admite Alberto Corbi, director ... del grado de Física de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Él mismo, buen estudiante, tuvo que vencer la resistencia de sus padres, que preferían, como todos en aquella época, que sus hijos, si eran buenos en ciencias, hiciesen una ingeniería, que tenía «más futuro» –esos vaticinios son muy poco científicos– y, por supuesto, y aunque esto no lo decían tan abiertamente, más pedigrí. ¡Pero han cambiado las tornas! Ahora, muchos progenitores que entonces no pudieron quitarles la Física a sus hijos de la cabeza ven, con cierta sorpresa, como a sus vástagos les va de cine. Se los rifan en muchas empresas de muy distinto calado. «Sí, tiene salida, solo hay que ver la nota de corte para entrar, cuando yo la hice te valía con un 5 pelado; ahora, sin embargo, te piden lo que equivaldría a un 9 alto de los de antes», indica Corbi. Estas son las razones por la que esta carrera está en su edad dorada.
Aplicaciones diversas
Suena a eslogan, pero no. ¿Qué pueden tener en común un experto en meteorología, un especialista en el 'mapa' del Covid, un portento de las energías renovables, un asesor en resistencia de materiales, un profesional de los rayos X, la diagramación o la informática? Pues que todos ellos pueden ser físicos. «Yo mismo he estudiado, por ejemplo, el sueño en las personas con Alzheimer», añade Corbi. «La Física es tremendamente interdisciplinar. Una ciencia básica para cualquier cosa, la antesala que te abre muchas puertas. ¡Te moldea la cabeza! Y no es porque estudiemos todas las vertientes donde se puede aplicar, es porque te da unas bases sólidas –plantear modelos, contrastarlos...– que te sirven para campos muy distintos». ¿Y la imágen estereotipada y clásica de la persona solitaria haciendo cuentas en folios, luchando denodadamente para desentrañar un misterio o explicar una fórmula? ¿No son ya esos ratones de biblioteca que bucean en conceptos ininteligibles para el común de los mortales y cuya aplicación es casi imposible de explicar? Corbi se ríe. «¡Siguen existiendo hombres y mujeres que se dedican a una vertiente más experimental, sí, a lo del 'flexo'», admite.
Más glamour mediático
Pero si hay algo que, a su juicio explica el éxito de esta carrera «antes denostada» es que, «en los últimos seis o siete años», han surgido «muy buenos divulgadores científicos que, casualmente, son físicos». «Esta es, al menos, mi 'teoría de andar por casa'», desliza. Podcast, canales de YouTube, eventos de divulgación y monologuistas científicos son los 'culpables' de «haber acercado la Física al 'vulgo'», comenta divertido. Y a algunos de estos divulgadores, con grandes dotes comunicativas, les ha ido de cine. «Ahí está, por ejemplo, Javier Santaolalla... o el podcast 'Coffebreak', número uno en divulgación científica en castellano», enumera. Todos ellos han conseguido lo que quizá la enseñanza tradicional no había sabido transmitir: la pasión por la ciencia, la importancia de entenderla en su contexto, con sus anécdotas, su marco histórico y sus aplicaciones en la vida real. Es decir, la han hecho accesible y atractiva. Y su trabajo no ha sido en balde, muchos 'millenials' se han enganchado. «Volvemos a las notas de corte, solo hay que ver lo que han subido, cada vez hay más jóvenes que se sienten atraídos por la Física», apunta Corbi, que también señala que la faceta docente –él lo es– es otra de las salidas que tiene esta carrera.
Nada de estar solo y encerrado
Hoy en día sería impensable que un físico en la soledad de su cuarto, haciendo sus cálculos artesanalmente, llegase a descubrimientos trascendentales o, simplemente, a realizar trabajos complejos. Así que se impone el trabajo colaborativo. «Todos estamos ya ante un ordenador y es imposible que lo hagamos solos, tenemos que apoyarnos en otros, haciendo colaboraciones. La Física básica está muy superada y ahora queda subdividir problemas y usar ordenadores para avanzar. Necesitamos una 'bicicleta para la mente'», ilustra Corbi. Es decir, medios para ir más rápido en la consecución de resultados, «no como en la época de Einstein», donde todo era más manual.
No es ya la bestia negra del 'insti'
Aunque Corbi cree que la Física aún tiene mala prensa y parece inaccesible «por lo mal que se enseña en Secundaria e incluso, a veces, a nivel universitario», está convencido de que esto ya ha empezado a cambiar. «Tradicionalmente, se ha seccionado mucho por áreas y no se generaba ni intuición, ni motivación ni curiosidad. Nos daban unas recetas que había que aprender, pero no sabíamos en realidad para qué servían», lamenta. Y así, claro, es imposible encontrar el 'feeling'. «Por ejemplo, cuando te iban a explicar el tiro parabólico. ¿Por qué no te contaban que eso, básicamente, se desarrolló para matar mejor, para tirar una bomba bien tirada? –lanza la pregunta Corbi, con precisión física, claro–. ¡Ha faltado ese 'pegamento', ese andamio que los divulgadores actuales sí saben explotar.Yo mismo he descubierto cosas oyendo sus podcast».
Ingeniería de materiales: Medir las propiedades físicas de los materiales.
Electrónica: Estudiar los efectos cuánticos en los chips.
Meteorología: Predecir el tiempo atmosférico resolviendo numéricamente las ecuaciones.
Medio ambiente: Aplicación de modelos caóticos a ecosistemas.
Fuentes de energía renovables: Optimizacion de placas solares.
Medicina: Radiofísica, aplicación de las radiaciones al tratamiento del cáncer y nanotecnologia para la elaboración de fármacos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.