DIEGO MARÍN ABEYTUA
Jueves, 6 de marzo 2014, 01:11
El pasado viernes, según informó ayer el Partido Riojano en una rueda de prensa celebrada en Haro, se produjo en Briñas «un vertido incontrolado de tierras y gravas» que, opinó Miguel González de Legarra, «es impensable que tenga autorización medioambiental». Según informó el presidente del PR+, fueron los propios vecinos los que dieron la voz de alarma «cuando vieron los 'dumpers' volcar la tierra sobre el río Ebro». Para González de Legarra, esto supone una «salvajada», un «bárbaro atentado medioambiental».
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El PR+ señaló como responsable de este vertido al propio alcalde de Briñas, Ángel Seisas, lo que «agrava la responsabilidad de esta transgresión medioambiental» y «nos parece inaceptable». Como se podía comprobar ayer mismo, en la ribera norte del río Ebro, a su salida de Briñas en dirección a Haro, en pleno meandro y junto a la depuradora municipal de agua, se han depositado toneladas de tierra, arena y piedra.
«Hemos hecho un requerimiento a la Confederación Hidrográfica del Ebro para que se presente en Briñas y hemos pedido la urgente comparecencia del consejero de Medio Ambiente en el Parlamento de La Rioja», anunció Miguel González de Legarra. El PSOE también denunció ayer, mediante una nota de prensa, la «contaminación del río». Y el diputado regional Félix Caperos registró cuatro preguntas en el Parlamento «para saber si el Gobierno riojano tenía conocimiento de que se había producido el vertido» y «si sabía quién lo ha realizado».
Tal y como informó el PR+, los vertidos provienen de la tierra extraída de la construcción de una bodega en Briñas en la que «el promotor es el propio alcalde, Ángel Seisas». «Es un paraje singular incluido en la candidatura de 'Paisajes del Vino' a Patrimonio de la Humanidad y lo que en este entorno se produzca exige celo y cuidado», señaló el también diputado Miguel González de Legarra, que reclamó explicaciones al alcalde. «Debería dimitir de forma inmediata y, en caso contrario, que su partido le exija que entregue el acta de alcalde porque el ataque al paisaje es evidente», justificó. Para los regionalistas, los vertidos suponen una «alteración para especies animales y vegetales». «Incluso se modifica el cauce del río, y eso ya es grave», apuntó Miguel González de Legarra.
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