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MARCELINO IZQUIERDO mizquierdo@diariolarioja.com
Domingo, 2 de marzo 2014, 23:48
En pleno centro de México DF, muy próxima al Zócalo, se encuentra la catedral de San Marón, iglesia maronita de rito siríaco-arameo que reconoce la autoridad del Papa, aunque guarda las tradiciones de las primitivas comunidades cristianas de Jerusalén y Antioquía. Para los riojanos, lo curioso de este templo es que, hasta 1922, fue parroquia de Nuestra Señora de la Valvanera y, con anterioridad, 'Combento de Balvanera'. De hecho, el altar mayor de la catedral todavía sigue presidido por un precioso lienzo de la patrona de La Rioja.
El convento tuvo su origen en un 'recogimiento' para mujeres españolas 'arrepentidas' que desearan abandonar el oficio o la vida galante -o sea, la prostitución-, y volvieran a la senda del bien. Estamos en 1572. Cien años después, el convento llegó a tener hasta 180 monjas, al que la gente acudía a oírlas cantar en los oficios y a comprar las bellas manualidades que realizaban, entre ellas flores de gran hermosura.
Con el dinero de los benefactores se levantó un nuevo templo, bendecido por el arzobispo Payo Henríquez en 1671, y que se dedicó a la Inmaculada Concepción bajo el título de Nuestra Señora de Balvanera, nombre que adoptó también el convento. Años después, el templo acogería la parroquia de Nuestra Señora de la Valvanera.
Declive del convento
Pero, tras el auge llegó el declive. El convento sufrió un incendio en el siglo XVIII, las monjas fueron exclaustradas y la reforma liberal también limó los cimientos de la institución. En consecuencia, el convento quedó dividido en lotes y vendido a particulares hasta que, a principios el siglo XX, quedó demolido todo vestigio conventual. En 1922, el arzobispo de la archidiócesis de México cedió la iglesia a la comunidad maronita, que fue erigida como catedral de San Marón en 1995.
Sin embargo, el sello de la patrona de La Rioja se mantiene indeleble. El retablo mayor de la catedral está presidido por un cuadro de la Virgen de Valvanera, que representa la imagen sedente de la Madre con el niño sentado en su regazo.
No es el único vestigio de Valvanera en México DF. Una de las capillas de la iglesia de San Francisco fue levantada por «los naturales de La Rioja», que «edificaron la capilla de Nuestra Señora de Valvanera y la dedicaron el 17 de noviembre de 1791», explica el historiador Francisco Morales. Sobre la puerta central de su fachada barroca y churrigueresca, en un nicho, «estaba la imagen de Nuestra Señora de Valvanera».
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