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P. HIDALGO
Sábado, 23 de noviembre 2013, 00:43
Muchos quisieran estar en estos tiempos en la piel de los Nalda Lumbreras, una familia de Lardero que tiene a todos sus miembros ocupados. Ellos no se arredran ante las dificultades y, si la coyuntura se muestra desfavorable, repiten una y otra vez la misma consigna: «En las crisis, mientras unos lloran, otros venden pañuelos».
Pedro María Nalda, Rossana Lumbreras y sus hijas Carmen y Pilar son el mejor ejemplo. La pasión por emprender corre por las venas de los cuatro y, gracias a ello, ninguno conoce el desempleo. Los padres abrieron la carnicería Rossana hace 37 años en la esquina de Vara de Rey con Huesca, en la capital riojana. Hace dos adquirieron el local contiguo, en principio sin mayores miras. Pero poco después Carmen (32 años) y Pilar (26) comenzaron a cavilar y decidieron abrir un establecimiento de venta de comida precocinada que han llamado Cookinshop. «Era algo que no había en Logroño. Nos pareció creativo y que podía funcionar porque ahora la gente no tiene tiempo, ni lo dedica a la cocina o, simplemente, no saben cocinar», comenta la menor de los Nalda Lumbreras.
Ella atiende este local y echa una mano en la carnicería de sus padres. Carmen ayuda por las tardes y los fines de semana, cuando sale de trabajar en una bodega de Agoncillo, en la que las dos hermanas tienen participación.
Sea porque lo han 'mamado' desde niñas o porque el mundo no está hecho para cobardes, Carmen y Pilar no dudaron en montar un negocio cuando la crisis hacía tiempo que provocaba estragos. «Contábamos con el apoyo familiar», admite la pequeña de los cuatro; además de la experiencia de que, aunque «innovador», el nuevo negocio no se apartaba del sector de la alimentación que tan bien conocían sus progenitores.
Otros estudios
Sin embargo, ni Carmen ni Pilar pensaron en la rama agroalimentaria a la hora de encauzar sus estudios. La primera es química nuclear y la segunda posee el título de diseñadora de moda y el Grado Superior en Protocolo.
Ninguna trabaja en lo suyo y las dos apostaron por emplearse por cuenta propia. «Es el futuro», suscribe la benjamina. «Trabajar por tu cuenta te asegura un puesto», remata. La pregunta entonces surge invariablemente: «¿Por qué no pensaste en montar un negocio relacionado con la moda o el protocolo?».«Eso no da dinero aquí, en Logroño», responde tajante. «Y ninguna de las dos quería marcharse de La Rioja», apostilla el progenitor.
Y si abrir un establecimiento en un periodo de crisis aguda no fuera poco, esta familia de Lardero va a por el más difícil todavía: a finales de este mes pondrán en marcha la página web www.embutidosrossana.com para vender sus elaborados cárnicos vía on-line. Viven juntos, trabajan juntos y emprenden juntos... Así que, al final, esta redactora pregunta: ¿Y discuten alguna vez? «Alguna», confiesa Pedro María, «pero en familia se trabaja bien» porque señala que no hay discrepancia que no acabe con una sonrisa.
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