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JAVIER ALBO santodomingo@larioja.com
Jueves, 10 de octubre 2013, 00:57
«Leiva se presenta al concurso de 'El mejor pueblo de La Rioja' porque nos hace ilusión y, además, porque pensamos que es 'obligación' aprovechar esta ocasión para promocionar al municipio y a sus gentes y darse a conocer al resto de La Rioja». Son palabras de José María Corcuera, alcalde de este municipio riojalteño de largo pasado y un futuro que, dice, aseguran «los 25 niños que hoy llenan el pueblo de alegría».
Al regidor municipal no le preocupa demasiado si el nombre de Leiva procede del vascuence o si es herencia de la antigua ciudad romana de Libia Augusta, próxima al pueblo. Por supuesto que le importa el pasado de la localidad, pero su orden de prioridades se conjuga en presente y futuro. Para el regidor municipal, lo principal es que «Leiva es hoy un pueblo dinámico y acogedor donde conviven en buena armonía los jubilados de edad provecta, las jóvenes parejas que se han establecido con sus hijos, los allegados que se acercan regularmente los fines de semana y los convecinos de las nuevas construcciones, que participan activamente en la vida del pueblo».
Este se sitúa a orillas del río Tirón, casi en el límite con la provincia de Burgos, al borde del pintoresco barranco que el río excavó en los blandos estratos del terciario, parte del cual se aprovechó para hacer un embalse. Su suelo fue habitado ya hace mucho. Se han encontrado restos de tinajas, silos de cereal y otros elementos prehistóricos y romanos. Además, la familia Leiva, «que tanta importancia tuvo en el mundillo político del siglo XVI», les legó un hermoso castillo, hoy en vías de restauración. Cuentan de aquel linaje que en la batalla de Pavía fue Antonio de Leiva el que tomó prisionero al rey de Francia, Francisco I, a raíz de lo cual el galo escribiría a su madre aquella famosa frase: «Todo se ha perdido, menos el honor y la vida que se han salvado». De Leiva era, también, el médico de cámara de la reina Isabel II, Tomás Corral y Oña, a quien el pueblo ha erigido una discreta estela.
En sus orígenes, el Camino de Santiago discurría por la antigua calzada romana que atravesaba la localidad camino de Briviesca, de la que aún quedan vestigios. «Todavía muchos peregrinos siguen esta ruta», cuenta Corcuera. De hecho, en los aledaños del pueblo se levanta una ermita del siglo XVIII, con una original y hermosa talla de la Virgen peregrina con el Niño de la mano, con sendos cayados y conchas de peregrino. Es la patrona de Leiva. Cuando llegan las fiestas de Gracias, la imagen es llevada en procesión con danzantes, cánticos , dulzainas y gran colorido. «Fiestas, por otra parte, que son famosas por su ambiente, su dinamismo y la alegría de su gente», presume el alcalde.
Unos exquisitos pimientos
Además, cada primer sábado de mayo el pueblo sube en romería al santuario de San Vitores para honrar a este original santo de la zona, del que cuentan que se paseó tranquilamente con su cabeza en la mano, después de que los sarracenos se la hubieran cercenado. Por San Andrés, igualmente, se celebra una fiesta de matiz más cultural, con charlas, mercado ecológico, conciertos y otros actos.
Leiva, como subraya el alcalde, ha sido siempre un pueblo esencialmente agrícola, que continúa hoy con esta vocación a través de cultivos intensivos de cereal, viñedo, hortalizas variadas y exquisitos pimientos, para cuya elaboración hay incluso una pequeña fábrica. La cooperativa San Andrés gestiona una parte importante de estos cultivos. También cuenta con una pequeña empresa de reciclaje metálico. Pero, más allá de la riqueza agrícola, Corcuera pone el acento en que Leiva tiene «un atractivo espacio natural, con el arbolado del soto del río Tirón, su angosto y espectacular cortado, el entorno del embalse, punto de referencia de numerosas y variadas especies de aves, y los alrededores de la piscina municipal que reciben numerosos visitantes atraídos por su belleza natural y por la pesca en el río». A ello suma su oferta patrimonial, que, aparte del castillo, incluye una iglesia gótica de gran nave y un hermoso retablo del siglo XVII; un esbelto puente de la misma época, casas solariegas blasonadas y una plaza acogedora y de moderno diseño, embellecida por cuatro cedros.
Desde el punto de vista social, Leiva cuenta con una asociación cultural, la de Cáritas, un activo Hogar del jubilado, varias cuadrillas con sus bodegas y un grupo de teatro dirigido por el reconocido escritor riojano, Jesús Miguel Alonso Chávarri. Piscina y frontón cubierto son sus principales infraestructuras, que se rodean, en lo que respecta a la oferta de servicios de la localidad, con una casa rural, tres bares, farmacia, consultorio médico, una peluquería y un horno de panadería con un pequeño supermercado.
A día de hoy, figuran en el pueblo 288 personas empadronadas, pero en los fines de semana y vacaciones puede pasar de 800 habitantes. Para todos ellos, sin duda, ganen o no el concurso, Leiva es el mejor pueblo de La Rioja.
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