Para Dennis Rodman, Kim Jong-un es «un buen padre»

Además del cuerpo cubierto de tatuajes y partes de metal diversas incrustadas por la cara, el jugador de baloncesto Dennis Rodman tiene la lengua suelta. El 'Gusano', como se le apodaba en la NBA, se ha ido a Corea del Norte, un país del que se sabe menos que de lo que ocurre en la superficie de Saturno, y a la vuelta le ha reventado al presidente la exclusiva de su paternidad. Ese personaje llamado Kim Jong-un, el heredero que hace unos días mandó ejecutar a su exnovia acusada de grabar un videoclip subido de tono, es «un buen padre y tiene una bella familia», según el jugador, que al regreso de su viaje en Corea del Norte ha 'cascado' que ha tenido en brazos a Kim Ju-ae, su bebé.

En el mundo no se sabía ni que la criatura secreta tenía nombre. Es más, la mayor parte del planeta, fascinada y al tiempo aterrorizada por el pequeño Kim, no sabía ni que esperaba un bebé. Hasta que Rodman ha largado en una entrevista con el diario 'The Guardian'.

En la primera visita que hizo a comienzos de año, a 'The Worm' se le escapó que el presidente norcoreano estaba esperando un vástago. Y aquí está. A la espera de que un varón la adelante en la sucesión, Ju-ae, hija de su esposa Ri Sol-Ju, es la heredera del puesto de papá. Rodman, que ha pasado «unos días en la costa con el presidente y su familia», ha dicho que Jon-un no dejaba de hablar de su hija. Su misión, sin embargo, era otra. Después de haberles visto en fotos bebiendo copas y fumando puros, el presidente y el jugador preparaban algo más.

Según ha confesado a su llegada a EE UU, Dennis Rodman será el entrenador de la selección de baloncesto de Corea del Norte para los juegos de Río 2016. Además, Rodman está organizando una serie de encuentros amistosos entre equipos norteamericanos y coreanos para principios del año que viene. Según ha admitido el jugador, el presidente es «un gran tipo» que está «muy interesado» en el baloncesto, un deporte al que se enganchó desde que un cocinero de su padre le ponía los vídeos de los Bulls, y quiere utilizar la disciplina para comenzar a tender puentes «culturales y deportivos». De momento, van a escribir un libro juntos.