NAFARRATE
Martes, 14 de mayo 2013, 01:44
A Jota González no le tembló el pulso ayer. Si alguien pensaba que ya se había trazado una línea tras la Copa del Rey, estaba equivocado. El entrenador del Naturhouse se explayó a gusto, y por espacio de una hora, en la sala de vídeo con sus jugadores. A la salida parecía un aula de alumnos tras un examen de la PAU en matemáticas. Serios. Ni una palabra. Jota largó. El míster necesitaba soltar lastre y dejar huella en la mente de sus hombres. Lo logró.
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Apenas si le queda un suspiro a la competición (Aragón allí, Barcelona aquí y León fuera) y el equipo empieza a sentir que la campaña se esfuma. El Naturhouse se ha caracterizado este año por moverse en unas dinámicas previsibles. A grandes victorias, estelas ganadoras; a derrotas dolorosas, estelas depresivas. «Nos quedan tres partidos muy complicados», confirmaba el entrenador del equipo. «Tenemos el calendario en contra. Todo pasa por lo que hagamos en Zaragoza. Si ganamos quedaremos por encima de ellos y con opciones de mantenernos terceros; si perdemos, lo tendremos complicado porque nos adelantarán».
A Jota todavía le dolía la derrota del sábado ante el Atlético de Madrid. Quizá no tanto por el hecho de perder sino por el cómo y especialmente por el cúanto. «Diez goles es exagerado», precisaba el responsable técnico. «Y con respecto a las dinámicas del equipo, no nos distinguimos del resto en este sentido, pero nuestra trayectoria en toda la temporada está siendo muy buena, pero sí que es verdad que hay partidos que te marcan», admitió.
Lo de siempre
La lista de jugadores tocados sigue invariable. Sasha y Capote, enredados con los hombros. A Thiagus, una pesadilla para cualquier atacante, le duele la rodilla. A Niko Mindegia, la espalda; Curuvija sigue fastidiado con su muñeca, pero jugará... Nada nuevo sobre el parqué del Palacio de los Deportes en este sentido.
La plantilla ha dado unas muestras de genio y entrega que son encomiables en un bonito fin de semana en Logroño que ha sido auténtico aire fresco para el deporte del balonmano.
«No se les puede pedir más», señaló Jota. «Lo han dado todo», les elogió con un sentimiento íntimo de orgullo hacia una plantilla «que ha hecho un gran esfuerzo», citó el entrenador.
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La sensación tras el entrenamiento es que Jota quería dejar su sello tras la final de Copa antes de centrarse en el próximo partido de Liga en Zaragoza (sábado 18.30 horas y que con toda probabilidad emitirá la cadena Sportmanía).
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