El yacimiento de Contrebia Leucade, declarado 'Bien de Interés Cultural'

Fue lugar de enterramiento (cueva de los lagos) con la Edad de Bronce. En la de Hierro, se levantó el primer poblado sobre la cumbre de su monte más occidental. Más tarde, la ciudad celtibérica -hoy conocida como 'Contrebia Leucade'- construyó un importante sistema defensivo y trazó su trama urbana; fue en la segunda Edad del Hierro. Después se sucederían nuevos amurallamientos que coincidieron con una gran actividad en la ciudad y con un notable volumen de población que perduraron tras la conquista islámica hasta los albores del siglo X. Hoy en sus 25 hectáreas -parcialmente excavadas- se pueden admirar el complejo sistema defensivo con fosos, murallas y torres y las casas escarbadas en la roca y todo ello con un excelente grado de conservación.

El valioso enclave de Aguilar del Río Alhama -representante de la cultura celtíbero-romana en el valle medio del Ebro- ha sido declarado 'Bien de Interés Cultural', en la categoría de Zona Arqueológica, tal y como aprobó ayer el Consejo de Gobierno. El consejero de Cultura, Gonzalo Capellán, aseguró que «se hace justicia con el yacimiento arqueológico más singular y representativo de La Rioja, un emblemático lugar clave en lo que fue la Celtiberia», al tiempo que explicó que dicha distinción «es la máxima que se puede otorgar por la ley».

La máxima protección alcanzada, que le permitirá acceder a los fondos del 1% Cultural, le confiere, además, un estatus especial a la hora de su protección, conservación o medidas de mejora. Así, cualquier intervención deberá contar con autorización expresa de la Consejería de Cultura, previo informe favorable del Consejo Superior de Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja.

Capellán avanzó que se elaborará un proyecto de intervención en Contrebia Leucade con el fin de determinar qué partes del yacimiento pueden ser más visitables mientras continúan las excavaciones y la investigación de los vestigios encontrados para conservarlos, consolidarlos y ponerlos en valor como un recurso turístico «importante».