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PABLO JOSÉ PÉREZ
Jueves, 27 de diciembre 2012, 01:55
Ignacio Amilburu tiene una afición: limpiar los coches, «pero -afirma- limpiarlos bien», lo que implica «el uso de unos productos y una cultura que en España no está desarrollada», así que las miradas de este joven emprendedor se dirigieron hacia un país en el que los coches casi «son parte de la familia», Estados Unidos, y se puso a buscar cursos para aprender sus técnicas.
Y dio con ello. Un curso de quince días que le ofreció la oportunidad de aprender más y conocer en profundidad los productos que se utilizan para dejar los coches «como patenas de brillantes». Dicho y hecho: hasta allí se marchó en compañía de su hermano, que fue en calidad de apoyo durante esa estancia.
De Estados Unidos, detalla, «me traje la importación de una marca de productos especiales para este tipo de sector de limpieza de vehículos y, sobre todo, unos conocimientos y unas formas de trabajar muy diferentes a las que hay en España».
El curso duró diez días y el resto de su peregrinar por el país de las oportunidades lo dedicaron a visitar otros talleres que «habíamos visto por televisión al mismo tiempo que saludábamos a sus protagonistas».
Así fue como llegaron al taller del popular Chip Foose, de ', cuyos programas de recuperación de coches se ven desde hace años en televisión. O con los de West Coast Cuystom, protagonistas de 'Enchúlame la máquina', ambos de la cadena de televisión MTV.
Con los segundos «estuvimos poco rato, porque estaban grabando, pero con Foose, aunque llegamos en un día de no visitas y él estaba haciendo sus cosas, nada más 'asaltarle' para hacerme la foto, le dijimos que veníamos de España e inmediatamente me dijo que volviera quince minutos después para que pudiera terminar lo que estaba haciendo». Así lo hicieron y al regresar Foose se portó: «Nos enseñó todo su taller, hablamos de coches y de la forma de trabajar y me llevé un gran recuerdo, porque le ves en la televisión y parece casi inalcanzable. Pero, qué va, es muy cercano. Nos dejó pasar por su casa, por su taller, sin ningún problema».
De esta forma Ignacio Amilburu tuvo la oportunidad de comprobar la forma tan diferente de cómo ven los coches en Estados Unidos, la cultura de la transformación de los vehículos y de comprobar los diferentes conceptos, «sobre todo el avance cultural que tienen ellos o del retraso que tenemos nosotros. Fue impactante que me prestara su tiempo. Estuvimos casi una hora con Foose viéndolo todo».
Tras esta experiencia, Ignacio planifica nuevos viajes no tanto para estar con los famosos, sino para seguir aprendiendo e importar a España nuevas formas de trabajar desconocidas por estas latitudes.
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