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:: ENCARNI HINOJOSA
Cine e internet, el negocio que no despega
SOCIEDAD

Cine e internet, el negocio que no despega

La piratería, la escasa oferta y la poca calidad de algunas de las propuestas son los principales problemas de las plataformas Los servicios de vídeo bajo demanda siguen sin resultar atractivos para los usuarios

IKER CORTÉS

Lunes, 24 de diciembre 2012, 01:03

A principios de la semana pasada, la industria cinematográfica presentaba en sociedad el portal Mesientodecine.com y al mismo tiempo retrataba su pobre situación actual. A estas alturas del partido, ¿es realmente necesario indicar al consumidor dónde puede adquirir películas? Parece que sí. Solo de esta forma se entiende que la Federación de Distribuidores Cinematográficos (Fedicine) y la Unión Videográfica Española (UVE), entre otros actores del sector, hayan puesto en marcha una página web meramente informativa cuyo único cometido es mostrar un listado con los portales que sirven cine al usuario, ya sea en formato físico o a través de servicios de vídeo bajo demanda.

Con las ventas de DVD y blu-ray cada vez más orientadas al coleccionista -hay quien ya vaticina su desaparición-, internet parece el espacio en el que la industria española se lo jugará todo en los próximos años. Sin embargo, «hay un desconocimiento brutal de las plataformas existentes», confirma el director de contenidos de Wuaki.tv, José Monleón. Lo cierto es que en los últimos años ha proliferado este tipo de servicios. Junto a Wuaki.Tv, luchan por atraer al consumidor plataformas como Voddler, Filmin, Youzee, 400films, Nubeox, Mitele, iTunes y los servicios de Microsoft y Sony en sus consolas y los de algunos operadores españoles. Aun con todo, el negocio del cine online en España no parece despegar.

Sin ir más lejos, Youzee, uno de los servicios que más expectativas de éxito había despertado en España, despidió el pasado mes de septiembre al 80% de su plantilla. Y no solo eso. Con una amarga entrada en su blog, la compañía, participada al 75% por Yelmo Cines, decía adiós a su modelo de suscripción apuntando a causas tan dispares como el crecimiento «tan lento» del mercado del vídeo bajo demanda en España, la situación «dramática» de la economía en nuestro país y la existencia de una «amplia oferta gratuita» con la que, insistían, «estamos en clara desventaja y a la que todavía no hemos sido capaces de ofrecer una alternativa de valor adecuada». Es la primera advertencia que recibe un sector no acostumbrado a las segundas oportunidades y esconde, en realidad, una serie de factores que podrían traer consecuencias para el resto de plataformas.

Por un lado, dice Monleón, el usuario «está acostumbrado a tener acceso a todo el contenido desde que la película llega a los cines». La piratería es, por tanto, uno de los grandes problemas. Pero el director de contenidos de Wuaki.tv reconoce también cierto victimismo. «Nos quejamos mucho de ella pero lo que tenemos que hacer es mejorar los contenidos y darnos a conocer mejor. Esa batalla no nos corresponde a nosotros», se sincera. En la misma línea se expresa el vicepresidente de comunicación y portavoz de Voddler, Anders Sjöman: «De lo que se trata es de ofrecer disponibilidad. Dar a los clientes lo que consiguen en los sites piratas, de forma rápida, fácil y a precios razonables, además de perseguir la piratería con medidas legales». Sin duda este punto choca frontalmente con las ventanas de distribución. Los propietarios de los contenidos tratan de sacar el mayor beneficio de cada cinta. Es por ello que las películas se estrenan en primer lugar en los cines y, tres meses después en formato físico.

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