¡Una de caparrones!

Era ligera, pero muy persistente; eso hizo que los organizadores, la asociación Aidillo, temiese un descenso notable de comensales para la gran degustación de alubias con chorizo y panceta, con nueces de Pedroso y peras de Rincón de postre. Pero no fue así. Una cosa era mojarse por la mañana durante la espera y otra perderse las judías 'por cuatro gotas', como decía una señora llegada desde Albelda. Así que, al final, la jornada fue un verdadero éxito, lo mismo que el mercadillo artesano. Lo único que no se pudo hacer fue la limpieza de las 'vainas' para que los visitantes vieran cómo se trata la alubia pero, para ello, en el Centro Rural de Higiene se pasó una y otra vez un vídeo con esas labores artesanales. El mérito, como siempre, estuvo en los voluntarios de Aidillo, incluidos un buen número de niños.