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M. MAYAYO
Martes, 9 de octubre 2012, 15:33
Resultó prácticamente calcinado. El almacén que Oximesa -suministradora de servicios de oxigenoterapia en el domicilio de los pacientes- mantiene en el polígono de La Portalada II fue ayer pasto de las llamas por causas aún desconocidas. En su interior, se guardaba un buen número de bombonas y botellas de oxígeno de uso médico para su posterior distribución, lo que hizo tomar serias precauciones ante la posibilidad de que se desencadenara la explosión de estos recipientes. Afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales aunque los daños materiales son cuantiosos (la nave quedó totalmente destruida).
Oximesa (perteneciente al Grupo Praxair, dedicada al suministro de gases medicinales) se sitúa en la calle Río Muro 2 y ocupa el pabellón F. Los hechos ocurrieron poco antes de la una de la tarde cuando, por causas desconocidas, se declaró un incendio. En ese momento sólo una joven trabajadora se hallaba en su interior y rápidamente salió por su propio pie al exterior para solicitar ayuda a los vecinos. Alertado SOS Rioja, de forma inmediata se movilizaron varios camiones de Bomberos y dotaciones de la Policía Local y Policía Nacional así como una ambulancia del Servicio Riojano de Salud en preventivo.
El tráfico fue cortado en este tramo -en el que se encuentran otras cuatro o cinco firmas- mientras los bomberos se afanaron en controlar las llamas. Una intensa columna de humo gris desvelaba el lugar del siniestro desde la entrada al polígono de La Portalada.
Los bomberos aseguraron en el lugar del siniestro que todo sucedió de forma muy rápida y la nave quedó totalmente destruida. El pabellón ocupaba unos 250 metros cuadrados. En la entrada, a su izquierda quedaban los restos de lo que se adivinaba una oficina y una pequeña entreplanta. El resto del espacio se dedicaba a guardar botellas y bombonas de oxígeno de diferentes tamaños (la media podía rondar los 50 litros con unos 22 kilos de peso).
Aunque afortunadamente, la rápida intervención evitó consecuencias peores. Las fuentes de bomberos consultadas corroboraron la peligrosidad de este tipo de sucesos ya que las bombonas pueden llegar a explotar por presión si se alcanza cierta temperatura. Tampoco se pudo precisar en estos primeros momentos si alguna de ellas había llegado a explotar ya que la única trabajadora que se encontraba en el interior no pudo hacer declaraciones ante su visible estado de nerviosismo y remitió a la dirección de la empresa, quien a lo largo del día, no facilitó explicaciones a pesar de la insistencia de este periódico.
Pese a la aparatosidad del fuego las empresas aledañas no sufrieron daño alguno pero fueron evacuadas por precaución. Se trata de los pabellones de Mask y Fagor, ambos contiguos. Únicamente se vieron afectados por el humo que pasó por el falso techo pero en ningún caso llegaron a alcanzarles las llamas.
El incendio quedó totalmente controlado sobre las dos de la tarde. El interior presentaba las paredes ennegrecidas, la techumbre cuarteada y estanterías colgando. Muchas de las bombonas y botellas de oxígeno aún permanecían dentro pero controladas por los bomberos. En el exterior, una furgoneta de Oximesa se llevó varias de las botellas, alguna con fugas de gas evidentes.
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