Borrar
Para Cristóbal. «Firmé un libro para Montoro». :: A3
«Cuando me quito las gafas no me reconocen»
CULTURA

«Cuando me quito las gafas no me reconocen»

«A mí 'El Hormiguero' no me hace gracia. Pero mientras el resto del país tenga el criterio contrario...» Pablo Ibáñez El hombre de negro

NEREA CEJUDO

Domingo, 30 de septiembre 2012, 02:28

Él ya no da tanto miedo. Desde que los otros 'hombres de negro', los de la 'troika', amenazaron con visitarnos, su semblante serio y sus ropas de cuero dan más bien risa. Porque la realidad es que detrás de 'El hombre de negro' de 'El Hormiguero' (Antena 3) hay una persona empeñada en que los niños que pasan sus días en los hospitales consigan un espacio donde jugar. Pocos saben quién es Pablo Ibáñez.

- ¿No le habrán confundido nunca con los 'hombres de negro'?

- Pues es muy gracioso porque un día estaba en la Feria del Libro firmando mi libro sobre 'El hombre de negro', era la época en la que no se dejaba de decir eso de «que vienen los 'hombres de negro'». Llegó una señora y me pidió un ejemplar dedicado a Cristóbal Montoro. «Es que es mi cuñado y le voy a ver mañana», me dijo (risas). Me comentó que él no es muy de bromas. No sé cómo se lo tomaría.

- Conocemos a 'El hombre de negro', pero ¿quién es la persona que está detrás, Pablo Ibáñez?

- Realmente, 'El hombre de negro' y yo sólo nos parecemos en que vestimos de negro. De hecho, a mí antes ya me llamaban 'hombre de negro' por eso. Quizá yo sea bastante más sonriente.

- Y más bien buenazo. Se deshace con los niños.

- Son mi debilidad. Cuando hice el libro decidí donar todo el dinero a Juegoterapia, una asociación que trata con niños hospitalizados de larga estancia. Ahora estamos montando jardines en las azoteas de los hospitales.

- Con esa imagen de malo, ¿no asusta a los críos?

- No, pero un día fui a un sitio de estos donde celebran cumpleaños y vi que los niños empezaban a llorar. No sabía qué pasaba hasta que entendí que había cundido el pánico al verme a mí.

- Y no ha pensado, no sé, en quitarse las gafas... ¿o es que tiene miedo a la fama?

- Yo voy al revés de los famosos, cuando me las quito es cuando menos me conocen. Antes no me reconocían cuando me las quitaba, ahora hay algunos que también. Así que me las quito muy poco, aunque esto ya formaba parte de mí antes de 'El Hormiguero'.

- Yo que andaba buscando una foto en la que le viéramos los ojos para esta entrevista.

- ¿Sin gafas? Me preocupo yo de que no las encontréis. Me lo piden todos los días.

- ¿Cómo lo hace para no reírse en el plató de un espacio cuya base es el humor?

- Es que a mí no me hace gracia. Hace reír a todos menos a mí.

- No sé si después de esto aguantará mucho en el programa.

- Mientras el resto de España tenga un criterio contrario al mío...

- Mira que para los pocos científicos que nos quedan en España. ¿Usted no habrá pensado en marcharse a Alemania?

- No, nos va muy bien. Pero que conste que yo no soy científico. Estudié empresariales. Lo que pasa es que mi hermano trabajaba hacía años con Pablo Motos y un día llegó y me dijo: «Quiero que trabajes para mí. Aún no sé en qué». Y al poco me encargó la sección de ciencia para 'El Hormiguero'.

- Tengo entendido que sólo en vuestro programa se da trabajo a los científicos ahora mismo.

- Tenemos tres físicos. Keller, el último en incorporarse, acaba de terminar la carrera y la ha hecho viendo 'El Hormiguero' cada día. Le cogí porque tenía mucha ilusión por trabajar con nosotros, y te das cuenta de que hay quienes ven el programa como una salida a las carreras de ciencias.

- ¿Qué se le pasa por la cabeza cuándo los experimentos fallan?

- Fallan muy poco, al principio quizás un poco más. Cuando eso pasa no me gusta, pero pienso que hace ver que es algo real.

- Ese consuelo no creo que le sirviese a Boris Izaguirre. Le quemaron el pelo.

- Estuve con él en el FesTVal de Vitoria y todavía me mira mal (risas). Le hicimos un 'restyling' que no le gustó nada. Pero creo que nos ha perdonado.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja «Cuando me quito las gafas no me reconocen»