«Con la primera exportación en 1960 entendí que ése era el futuro de Rioja»

Julio Faustino Martínez Martínez nació en Oyón en 1933. Hijo único, estudió bachiller en los Escolapios de Logroño y se incorporó al negocio de su padre. En 1953 tomó el relevo al frente de la bodega familiar, que abandona de forma progresiva los graneles para comenzar con el embotellado en los primeros pasos de lo que luego será el Grupo Faustino, hoy una de las compañías más importantes de España.

Es ejemplo de emprendedor, de esa casta propia de bodegueros que han asentado el negocio vitivinícola como la principal actividad económica de la región y como principal seña de identidad. Merecedor de la Encomienda al Mérito Agroalimentario del Ministerio de Agricultura, y Premio Gran Emprendedor del Gobierno Vasco y la Diputación Alavesa, este Ilustre del Rioja fue en los años 80 uno de los impulsores del acuerdo para suprimir los graneles , una decisión histórica que catapultó a Rioja.

Julio Faustino Martínez es un hombre del vino, con una inteligencia natural que aúna al hombre nacido a pie de viña con el arte de hacer negocios.

El empresario recuerda su primera exportación a Austria en 1960: «Entendí que había que obviar aquel anuncio de los trenes y autobuses de 'prohibido sacar la cabeza al exterior' y que en el mercado internacional estaba el futuro de Rioja». Hoy, el Grupo Faustino es el primer exportador de grandes reservas, con presencia en más de 75 países; el primer propietario de viñedo de Rioja; una compañía con 7 bodegas presentes en 5 denominaciones españolas y que emplea a 245 personas de forma directa. Muchos han sido los hitos en la historia de Julio Faustino Martínez. Recuerda especialmente el año 1968, cuando sacaron al mercado el primer Faustino I de la cosecha de 1964, con la cara del retrato de Rembrandt, que hoy en día sigue haciendo inconfundibles en todo el mundo los vinos de la casa.