Sacrificio y puesta a punto

Se le ve como un toro. Ha cogido cuerpo, pero también agilidad. El trabajo específico, el sacrificio y la puesta a punto que está realizando Borja Arévalo durante este verano dará, sin duda, el fruto deseado a lo largo de la próxima temporada a su equipo, el Clavijo.

Borja sabe que va a tener mucha responsabilidad y quiere dar el máximo. No ha parado durante el verano: «Desde que finalizó la temporada, en cuanto terminé los exámenes, he trabajado todas las tarde con Nacho y Álex, y por la mañana he ido al gimnasio, con Ceña. La temporada que viene es muy importante para mí. Había varias cosas que quería mejorar y creo que el verano es la mejor época para hacerlo».

Cuenta con buenos instructores para conseguir el objetivo trazado: «Tanto Nacho como Álex se están portando muy bien conmigo. Ahora que tenemos este pabellón disponible en el que podemos trabajar, se están volcando conmigo, me están enseñando mucho y les tengo mucho que agradecer. También se entrenan conmigo varios días Cristian García y el juvenil Eduardo Gómez. Su ayuda también es muy positiva».

Tiene un plan de entrenamiento semanal sin fisuras. Cada día hay que hacer algo: «Por la mañana voy al gimnasio, con Fernando Ceña, que me ayuda en la preparación física. Por la tarde, técnica individual y tiro con Nacho durante una hora y media. Este trabajo lo realizamos de lunes a viernes y los sábados hago algo de fondo o juego con mis amigos».

En el cambio que está haciendo con el tiro busca meter más puntos: «Busco mayor rapidez y corregir algún defecto que tenía. Buscamos conseguir mayor puntería y un lanzamiento más rápido. Poco a poco lo estamos consiguiendo».

Jugará de base

Borja está trabajando a fondo: «Sobre todo el tiro y también el bote. Los ejercicios que hacemos son para realizar salidas para un lado y otro, pero también buscando sobre todo mejorar el lanzamiento.

Va a jugar de base , que es lo que siempre le ha gustado: «Lo he dicho siempre. Juego más cómodo de dos, porque tengo menos presión, pero juego mejor de uno. Mi posición natural es la de uno y este año, por suerte para mí, Jesús quiere que juegue de uno y voy a intentar hacerlo lo mejor posible».

Le gusta está nueva responsabilidad en el equipo: «Todo lo que sea responsabilidad, para un jugador es positivo. Significa que tanto el entrenador como el equipo confían en ti y eso es un paso adelante para seguir creciendo».

Arévalo quiere mejorar, es metódico y la posibilidad de seguir creciendo le hace sacrificarse y elevar sus miras: «La campaña próxima tiene que suponer un cambio para mí, porque quiero ser un jugador mucho más importante para el equipo y eso pasa por pulir todos estos detalles».

La Selección U20 ha cambiado la mentalidad y el rol de Arévalo: « Yo creo que sí. Este año era muy difícil al cambiar a una categoría superior y aún así, pienso que lo he conseguido. Gran parte lo debo a la confianza que me dio el haber jugado en la Selección Nacional. Lo bien que nos fue a todos, y a mí en particular, supone una motivación extra».