
JAVIER CAMPOS
Viernes, 16 de marzo 2012, 08:47
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Aparecen y desaparecen. pero no son los ojos del Guadiana, sino los vertidos de Oyón al Ebro. El problema medioambiental no es nuevo, si bien desde hace algunos días han sido varios los vecinos que han denunciado que siguen llegando al Pozo Cubillas desde el municipio de la vecina Álava, que continúa sin dar solución a las aguas residuales que acaban contaminando el cauce del río a su paso por Logroño.
Justo en la segunda rotonda de la carretera de Navarra que da acceso al cementerio, al inicio de la avenida de la Sonsierra en dirección Oeste y comienzo de la denominada Cuesta de Pavía al Este, se puede ver cómo la canalización de las mismas termina y el arroyo de aguas residuales mal depuradas o directamente sin depurar fluye cercano a la tapia del camposanto en dirección al Ebro por los terrenos que el Ayuntamiento de la capital riojana va a destinar a huertos sociales.
«El olor es insoportable», se quejan quienes a diario pasean por la zona pese a que desde la Asociación de Vecinos San Antonio no hay constancia alguna de que haya vuelto a haber problemas. Sin embargo, y a requerimiento de Diario LA RIOJA, el concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, enviaba el pasado miércoles a los técnicos municipales a que inspeccionasen la zona y, tras comprobar las informaciones de este periódico, la Concejalía daba cuenta tanto al Seprona como a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), de quien dependería la resolución del asunto.
Lo cierto es que el mismo lleva visos de eternizarse en el tiempo para desesperación de autoridades riojanas y colectivos ecologistas. «Podríamos calificarlos de históricos en la zona conocida como el barranco de Oyón... y los problemas han ido desde vertidos incontrolados de una bodega a los procedentes de una empresa de lavado de áridos», advierte Ruiz Tutor. Unos y otros fueron acompañados de la correspondiente denuncia.
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¿Cuál sería la razón de que vuelvan a aparecer cada cierto tiempo si ya están denunciados? «No es cuestión de que se canalice y esconda el problema, sino de que lo que llegue, llegue limpio», responden desde el Colectivo Ecologista Riojano. Y es que el CER ya lo denunció en el 2009 consiguiendo que la CHE sancionase al Ayuntamiento de Oyón, si bien con una multa de algo más de 6.000 euros por un vertido contaminante aunque considerado de carácter leve.
Carencias de la EDAR
Pese a las sanciones y advertencias, la EDAR de Oyón sigue con las mismas carencias de entonces. Deficiencias que una vez traspasado el límite provincial se hacen visibles en forma de fango. «Los vertidos no estaban ni están bien depurados, por lo que podemos seguir denunciando lo mismo todos los días que aquí no pasa nada», explica Juan Donaire, secretario del Colectivo, quien tras este nuevo caso repite que el funcionamiento de la citada estación depuradora sigue siendo insuficiente y exige soluciones definitivas al tratarse del único punto en todo el término municipal de Logroño donde se continúan vertiendo al Ebro aguas residuales sin depurar.
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