
ALBERTO GIL agil@diariolarioja.com
Viernes, 13 de enero 2012, 08:47
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Tampoco la hostelería levanta cabeza. Así lo entienden al menos los responsables de las principales asociaciones sectoriales riojanas. Enrique Arévalo, portavoz de la Asociación Riojana de Bares, Cafeterías y Restaurantes (Arbacares), cifra en un 20% la caída del negocio durante la recién concluida Navidad respecto al año anterior: «Ha habido una merma importante de actividad y de facturación entre semana durante los dos festivos, pero, sin embargo, los fines de semana han sido mejores que otros años». «En cualquier caso -continúa-, no compensa, máxime cuando las cenas de empresa habían sufrido un fuerte bajón en las semanas previas».
Arévalo considera que son dos los factores que han influido en esta situación navideña para la hostelería: «Por un lado el calendario, al caer en fin de semana las festividades de Año Nuevo y Navidad, pero también que la gente contiene el gasto cada vez más entre semana». «Lo que ha sucedido -continúa- es que era prácticamente imposible encontrar una mesa para cenar los fines de semana, hasta el punto incluso de desbordar la capacidad de atención en muchos casos, pero sin embargo los días de labor todo ha estado mucho más tranquilo».
El portavoz de Arbacares apunta que la situación del sector es «preocupante», con una «merma continua de las facturaciones durante prácticamente tres años». «La legislación tampoco ayuda -continúa-, ya que seguimos arrastrando los perjucios de la ley antitabaco y, por mucho que las empresas hayan podido quitar o reducir gastos, el sector se resiente cada vez más».
Francisco Martínez Bergés, presidente de la asociación integrada en la Federación de Empresarios Hostelería Riojana, tampoco es demasiado optimista de cara al futuro: «Las navidades han pasado, pero lo peor está por venir y, después del pasado fin de semana en que comenzaron las rebajas del comercio, la actividad y la presencia en la calle de consumidores ha caído en picado».
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Martínez Bergés considera, sin embargo, que «la Navidad no ha ido tan mal, al menos tan terriblemente como esperábamos porque las perspectivas iniciales sin apenas cenas de empresas eran casi catastróficas». En este sentido, apunta que «en las dos semanas de fiesta ha habido gente y consumo, si bien es cierto que yo distinguiría entre los locales de noche y los de día y tarde». «Para los primeros -añade- la actividad se ha concentrado los fines de semana, pero para los demás ha habido gente en la calle y el hecho de que las fiestas hayan caído en fin de semana ha ido bien para este tipo de establecimientos, muchos de los cuales están comenzando a cerrar habitualmente los domingos».
El presidente de Hostelería Riojana sí confirma el pinchazo de las cenas de empresa e incluso de los cotillones: «Las empresas ya no pagan para toda su plantilla, incluso cada uno paga los suyo, y en los cotillones, salvo una discoteca de Logroño nadie ha llenado, pese a haber ajustado los precios».
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En este sentido, Martínez Bergés insiste en la ley antitabaco como un flaco favor a la hostelería: «Nos ha machacado, a toda la hostelería en general».
Las rebajas son una buena temporada para la hostelería de día en Logroño, pero el representante de la asociación tampoco las tiene consigo. «El sábado en que se iniciaron el ambiente fue buenísimo y bastante bueno el domingo, pero desde el lunes la gente ha desaparecido de las calles, así que lo que nos viene ahora durante los meses de enero y febrero va a ser muy duro».
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