COMARCAS

Un lugar apacible

Ramón León Jiménez Vecino de Valdeperillo

PPLL

Miércoles, 5 de octubre 2011, 02:48

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El sonido de las campanas y el zumbido de las abejas es lo único que rompe la monotonía de un día apacible en Valdeperillo, como el pasado lunes. En las calles, estrechas y empinadas, se podía intuir a las mujeres realizando sus labores del hogar; alguna estaba de paseo y los hombres, en la huerta o preparándose para las faenas del campo. Un vecino regresaba por el camino con una bolsa de setas. En mitad del pueblo, con su andar cansino, ayudado con un bastón y empujando una carretilla estaba Ramón León Jiménez, de 83 años. Vecino de Valdeperillo de toda la vida, allí reside con su mujer y recibe la visita de sus descendientes: «Tengo siete nietos», comenta con orgullo.

En invierno apenas quedan 14 personas aunque en verano y muchos fines de semana acude bastante gente.

«Valdeperillo llegó a tener 65 casas ocupadas en las que vivían más de 250 personas», recuerda Ramón. La agricultura y la ganadería eran el motor económico. «Yo desde los 10 años iba al monte con unas ovejas de mi padre», asegura y añade que «ahora sólo se cultivan las huertas cercanas al pueblo ya que en el monte los ciervos y jabalíes destrozan todo».

La asociación de amigos de Valdeperillo ha supuesto un revulsivo en esta pequeña aldea del municipio de Cornago. Gracias a ella se ha recuperado el horno y además se han relanzado las fiestas con exposiciones etnográficas, degustaciones y concurso de ranchos.

Respecto a las fiestas, se celebran las de la Virgen del Rosario en octubre y las de San Antón y San Sebastián en enero en la que destaca la subasta de roscos y panes. Una de las mejoras de los últimos años es la línea de autobús que funciona desde el 2005 'a demanda' (hay que llamar por teléfono) para viajar a Calahorra o Tudela.

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Para Ramón, que durante 14 años fue presidente del regadío «lo mejor de vivir en Valdeperillo es la tranquilidad». Por lo demás piensa que la vida en el mundo rural ha mejorado mucho y sentencia: «Los que menos tienen hoy en día en los pueblos viven mucho mejor que los que antes creían que tenían algo».

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