«Las utopías han fracasado, pero no podemos renunciar»

Rafael Alcides describe la Cuba de hoy en una serie de crónicas entre periodísticas y literarias.

Libro de poesía de Alcides con prólogo de Antonio José Ponte e ilustraciones de Tito Inchaurralde.

Miscelánea de poemas y apuntes a modo de fragmentos de un diario entre 1962 y 2010.

Novela editada por la misma editorial que en el 2009 publicó 'GMT. Poesía seleccionada' (en la imagen).

Obra de próxima publicación que prepara la editorial riojana especializada en ensayo y pensamiento crítico.

«Estoy agradecido y asustado -dijo ayer Rafael Alcides, abrumado, a sus amigos logroñeses-. Nunca me habían querido tanto. Ni en mi casa».

-¿Qué siente en Logroño?

-Me siento como en casa, rodeados de tantos amigos... Y me gusta pensar que es una especie de Cuba del porvenir: si ustedes, que tuvieron cuarenta años de dictadura pudieron cambiar así, por qué no hemos de poder los cubanos.

-¿Toda su vida es un desastre del que no se arrepiente, como dice en el poema 'El agradecido'?

-Totalmente. Yo nunca he escrito una palabra que no sea verdad. Toda mi poesía es un testimonio que puedo firmar ante notario. En el verso nunca he inventado. Como decía Neruda: '¡Dios me libre de inventar cuando estoy cantando!' En la novela sí inventas, disfrazas anécdotas, cambias nombres, vistes situaciones, refundes personajes. En la novela mistifico, pero en la poesía no. Todo lo que yo escribo en poesía es textual, me ha ocurrido, lo he visto, lo he sentido.

-Desastre maravilloso la vida.

-Ha sido un desastre maravillo y no me arrepiento de ese desastre. Todo lo que dice el poema, el padre desconocido, la cárcel. no son metáforas, imágenes ni carajo, son cosas reales: hubo cárcel, hubo hambre, hubo traiciones, hubo amor, de todo.

-Siempre habla del porvenir; un cubano nunca pierde la esperanza.

-Eso no se pierde. Yo vivo más tiempo en el porvenir que en el presente y mucho más que en el pasado. El porvenir es el sitio donde yo no estaré. Todo hombre vive una especie de eternidad: vivimos nuestro propio presente y compartimos a través de la historia y la literatura el pasado de todos los que nos precedieron. Pero el porvenir es el tiempo en el que yo no estaré, y debo imaginarlo para que mi eternidad quede redonda.

-¿Cómo es el porvenir que imagina?

-Un mundo donde no hay guerras, donde impera la armonía, donde la gente se ama, donde no se pasan trabajos, donde la enfermedad no puede contra el hombre. En fin, donde el hombre se realiza completamente. Entre otras cosas porque si el porvenir no es eso, entonces ¡que se vaya al carajo el porvenir! ¡Me quedo en el presente!

-¿Sigue creyendo en la utopía?

-Es el sueño que todo hombre debe llevar consigo. Cada generación ha tenido su utopía. Generalmente han terminado todas en fracaso, pero eso no quiere decir que uno deba renunciar a ellas. El hombre que no tenga una utopía está perdido. No sé qué sentido tendría la vida. La vida no es solo el lugar donde estás, sino el lugar al que vas. El que no va a ningún lugar está perdido. Y para eso necesitas un sueño. Y hay utopías comunes, una gran cosa que estamos haciendo entre todos para que esto no sea una gran basura.

-¿No lo es?

-El hombre ha nacido para ser feliz, pero uno no puede ser feliz él solo, no si otro sufre a su lado.

-Literatura: ¿combate o refugio?

-La literatura para mí no puede ser evasión: ella es mi compañera y mi alma, es mi modo de expresión, ella soy yo. El escritor tiene que jugar el papel que le corresponde. En un país totalitario un escritor no puede evadirse de eso, sino tratar de contribuir a cambiarlo.

-¿Contribuirá su obra a la libertad en Cuba?

-La situación de Cuba es de tránsito; tiene que pasar. Y algún día podrán leerme allá, cuando desaparezcan los que la han oprimido durante tantos años. Y podrán leer a muchos autores que hoy están prohibidos.

-¿Con qué sueña Alcides?

-Con que Cuba un día entre de nuevo en el mundo de la libertad.

-Eso será la revolución.

-Eso será la verdadera revolución, aquello por lo que luchamos: alcanzar la libertad.