JAVIER CAMPOS ,
Jueves, 31 de marzo 2011, 10:28
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Dos «incorrecciones», dos. Tanto la modificación del contrato relativo a la señalización pasando de 52 a 30 placas como la recepción de las cuatro estaciones de la vid pactando verbalmente con la subcontrata su almacenaje incumplieron los requisitos legales y de normativa interna de la propia Administración local.
Así concluye el informe de los servicios técnico-jurídicos del Ayuntamiento de Logroño, que, pese a sentenciar que tanto la factura correspondiente a las señales como el acta de recepción de las esculturas «debieron adecuarse a la realidad material de los elementos suministrados», deja constancia de que las actuaciones llevadas a cabo por el gerente del plan de dinamización enoturística, «aun no ajustándose en la fase de cumplimiento del contrato a los requerimientos legales» y antojarse «extrañas al derecho de la contratación pública», «nunca estuvieron exentas de un interés profesional por hacer realidad los fines que le son propios causando el máximo beneficio y mínimo perjuicio para las administraciones firmantes».
El documento, dado a conocer ayer por el portavoz municipal, va más allá responsabilizando incluso de la «desaparición» de las esculturas a Nova Idea Imagen ya que, a su juicio, «obedece más bien a quien presuntamente de modo verbal pacta con este Ayuntamiento su depósito y guarda desconociendo su existencia cuando le son reclamadas».
En este sentido, y respecto a las esculturas 'desaparecidas', el propio Vicente Urquía achacaba a la «mala fe» de algunos y a la «mala suerte» de otros el que la subcontrata, contra la que ya se ha ido a los tribunales, se niegue a entregar las piezas. Sin embargo, en cuanto a las placas 'de menos', aludió a «problemas administrativos y documentales».
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La auditoría interna, elaborada por el interventor municipal, el director general de Contratación y la jefa de los servicios jurídicos municipales a petición del propio alcalde tras la denuncia de la oposición, atribuye la citada modificación contractual de señales a «razones de oportunidad derivadas de la justificación de gastos ante las administraciones convenientes» pese a lo cual no se atiene a la normativa vigente y alerta de la «omisión de cautelas a tener en cuenta en el acta de recepción» de las esculturas.
Según ley pero con 'pegas'
Dos «incorrecciones» que no ocultan otra de las conclusiones principales: que si bien en la fase de preparación y adjudicación de los contratos de esculturas y placas «se ha seguido el cauce previsto en la Ley de Contratos del Sector Público», la presunta vinculación entre empresas consultadas para la contratación «podría apartarse de la finalidad perseguida por la Junta de Gobierno Local» al requerir tres ofertas para beneficiarse de mejores precios y servicios.
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Por otro lado, Urquía hizo público el informe (oficial) de la Gerencia del Plan de Dinamización Enoturística de Logroño en el que se da cuenta de la modificación contractual de las señales, pasando de las 52 iniciales a las 30 finalmente abonadas, de las que a día de hoy están retiradas por obras las de la bodega de Marqués de Murrieta, la de la calle San Juan, la de la travesía del mismo nombre y la de la Laurel, y una se encuentra desaparecida, concretamente la de la calle del Peso.
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