J. V. MUÑOZ
Viernes, 18 de marzo 2011, 01:39
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Un cazador de Fuensalida (Toledo) ha sido detenido por la Guardia Civil por haber ahorcado presuntamente a tres galgos de su propiedad. Los agentes recibieron el aviso del hallazgo de varios perros semienterrados a las afueras de esta localidad. Tras practicarles una necropsia se determinó que habían muerto ahorcados.
Gracias a que dos de ellos tenían incorporado un microchip se pudo localizar a su dueño. En el interrogatorio, el cazador reconoció abiertamente que había ahorcado a sus galgos porque es «costumbre» en su pueblo acabar con los perros de caza que ya no sirven por edad o por problemas físicos una vez finaliza la temporada cinegética. Incluso añadió que era mejor ahorcarlos que abandonarlos a su suerte. El cazador fue inmediatamente detenido y se someterá a un juicio por un delito de maltrato animal.
Según afirmó el portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla, «afortunadamente estos casos son puntuales aunque hace veinte años era una práctica salvaje ahorcar a los galgos en las vallas de los vertederos». Todo apunta a que el dueño de los galgos ahorcados será condenado al pago de una multa.
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