Murillo, en Superliga

Después del fútbol sala femenino, solo el voleibol riojano ha conseguido la hazaña. La próxima temporada, en Superliga (la máxima categoría del voleibol femenino nacional), habrá un derbi riojano entre el Haro Rioja Voley y el Nuchar Eurochamp Murillo, que logró ayer el ascenso y el campeonato de Superliga 2 (a dos jornadas de su final) al ganar con el decimocuarto 3-0 de la temporada al Emevé Laboratorios Nupel. La alegría del equipo murillense desde que ganó el segundo set que le daba el pasaporte para la Superliga chocaba con la seriedad del club lucense, prácticamente condenado al descenso con esta derrota.

Ya poco importa cómo transcurrió el partido, un puro trámite para el equipo riojano. En el primer juego el Murillo salió nervioso a la cancha, cometiendo muchos errores. Pero el 0-1 inicial fue la única ocasión en el que el Emevé se puso por delante en el marcador. Tras el primer parcial (8-5), el Murillo despegó en el marcador gracias a la intervención de Marqués, que realizó un gran partido. De ahí se pasó a un 18-6, con un bloqueo compuesto por Dani, Fraile y la propia Marqués que desbarataba los remates de la peligrosa Bárbara. Ya con el set encarrilado, el entrenador riojano Carlos Arratia dio entrada a jugadoras menos habituales, como Ana Boladeras. Después se unirían a la segunda colocadora las canteranas Esther Basurto y Sandra Pascual e incluso la lesionada Lilian Ferreira, que salió al campo a realizar algunos saques.

El segundo set tuvo como protagonista a Mar Arranz que, con un 6-4 de inicio en el marcador, realizó cuatro puntos seguidos gracias a unos espectaculares saques en suspensión. Las jugadoras lucenses poco pudieron hacer salvo procurar, como podían, la recepción. El nerviosismo comenzó entonces a aparecer en ellas y hasta cometieron un error de rotación. Pero de un 21-13 se pasó a un 22-16 debido a la falta de decisión en las locales y a la aparición efectiva de la lucense Bárbara.

El tercer y último set, con el ascenso ya logrado y celebrado en el descanso, fue más igualado. Los dos equipos mantuvieron el empate en el marcador hasta el 12-12. Entonces, la protagonista fue la veterana Dubinina, que con sus bloqueos (sola en la red) y sus remates condujo al Murillo hasta el 22-15. Y, aunque, por fin, apareció D'Amaro en el Emevé para marcar con un par de buenos remates, el equipo riojano logró una nueva y cómoda victoria. A destacar que el último punto del partido lo anotó Boladeras, en el que fue, probablemente, su primer punto de la temporada.

Durante todo el tercer set, la grada se contagió de la celebración, brindó con champán, hizo la ola, coreó el nombre del equipo y el de las jugadoras del Murillo... Al final, por supuesto, el entrenador local no se libró ni de la ducha en los vestuarios ni de ser manteado por sus jugadoras.