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El rey del ajedrez riojano
DEPORTES

El rey del ajedrez riojano

Al ajedrecista logroñés, que aprendió a jugar con 18 meses, le restan sólo 58 puntos para hacerse con el título El joven logroñés Miguel Ángel Sáenz se encuentra muy cerca de convertise en el primer Maestro FIDE de La Rioja

IÑAKI GARCÍA

Miércoles, 5 de enero 2011, 10:46

Tiene 26 años. Y está a un paso de convertirse en un auténtico referente en la historia del ajedrez riojano. Su nombre es Miguel Ángel Sáenz y, tras una fenomenal temporada (ha vencido en sus tres últimos torneos), está a un paso de convertirse en Maestro FIDE. Un título que nunca antes un ajedrecista de La Rioja ha logrado.

¿Cómo se llega a ser Maestro FIDE? Sáenz explica perfectamente el proceso. «En el ajedrez, existe una lista llamada ELO, muy parecida a la ATP del tenis», cuenta. Y continúa: «Dependiendo de si ganas partidas o las pierdes, y contra quién te enfrentes, te dan o te quitan más o menos puntos y cuando llegas a los 2.300 logras el título de Maestro FIDE».

Actualmente, este logroñés suma 2.242 puntos, por lo que sólo le restan 58 para hacerse con ese reconocimiento. «Si juego al nivel al que he estado últimamente, en dos o tres torneos puedo conseguirlo», asegura. Sus próximas citas serán en Sevilla, donde viajará el próximo viernes, y en Gibraltar.

Los inicios en el mundo ajedrecista de este logroñés se remontan a cuando tenía sólo 18 meses: «Entonces mi padre me enseñó a colocar las piezas y sus movimientos y a los dos años y medio ya sabía moverlas bien». Pese a ese precoz conocimiento del ajedrez, el joven riojano enfocó sus primeras miras deportivas en el fútbol. «Pero cuando me di cuenta de que no era lo mío, lo deje», afirma.

Así, a los 12 años abandonó el balompié y se dedicó al ajedrez. «El primer torneo que jugué, un Campeonato de La Rioja sub-14, ya lo gané», cuenta. Ahí comenzó su trayectoria. Una carrera que tuvo sus parones por culpa del trabajo. Sin embargo, la mala coyuntura económica actual le ha dado la oportunidad de contar con más tiempo para jugar a su pasión. «Mi empresa aprobó un ERE y, a causa de esto, trabajo una semana sí y otra no», dice. «Así que se puede decir que la crisis me ha dado la oportunidad de cumplir mi sueño», apostilla.

Ahora está a un paso de lograr ese objetivo que al principio parecía una utopía. «Cuando tenía 16 ó 17 años nunca pensé que llegaría hasta aquí», afirma. Una vez que consiga convertirse en Maestro FIDE, los siguientes niveles a los que puede llegar son el de Maestro Internacional (2.400 puntos) y Gran Maestro (2.500). Este último paso Sáenz lo considera casi inalcanzable. «Es tremendamente difícil llegar hasta ahí», se resigna.

Esfuerzo y amigos

Para Miguel Ángel Sáenz el ajedrez es una parte esencial de su vida. «Jugar una partida para mí lo es todo», afirma. Y para lograr llegar hasta donde ha llegado, el riojano ha tenido que realizar un esfuerzo importante. «Estudio alrededor de dos o tres horas diarias las jugadas de apertura y finales», afirma.

Este tiempo de preparación no provoca que deje de lado su vida social: «Aunque es cierto que la mayoría de los torneos son durante los fines de semana». Aun así, no le faltan amigos, dado que, además de los de Logroño, el ajedrez le ha permitido conocer a mucha gente de todos los rincones de España. «Eso es lo mejor de este deporte; conoces a muchísimas personas y logras hacer muchas amistades que, por suerte, se mantienen a lo largo del tiempo».

Si Sáenz consigue el título de Maestro FIDE, podrá seguir aumentando el círculo de amistades. Porque este 'status', además de reconocimiento, otorga ayudas. «El hecho de ser Maestro FIDE te da mucho prestigio a la hora de jugar cualquier torneo y también te invitan a más competiciones y te pagan más cosas», cuenta.

Logre o no acceder al título de Maestro FIDE, así como a los sucesivos, Sáenz siempre sentirá pasión por el ajedrez, además de defenderlo como si de cualquier otro deporte se tratara: «Para mí sí que es un deporte porque, por un lado, no influye para nada el azar y, por el otro, tienes que entrenar como en cualquier otra disciplina deportiva».

Un deporte, en el que según el logroñés, La Rioja cuenta con un flojo nivel. «Otras comunidades cuentan con profesores con el título de Grandes Maestros, cosa que aquí no tenemos, y contra eso es difícil competir», dice. Sin embargo, Sáenz ha superado todas estas dificultades y se ha hecho con un hueco en el mundo ajedrecista. Algo de lo que su padre, la persona que le enseñó a jugar, puede estar satisfecho. «Para él es un orgullo muy grande ver dónde he llegado», remata.

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