MARTÍN SCHMITT
Domingo, 28 de noviembre 2010, 11:00
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A la quinta, la vencida. Por fin el Naturhouse pudo gritar un triunfo. Esta vez en la Copa EHF, donde debutó con el pie derecho, pese a jugar contra un rival joven, de inferior en calidad, pero que mostró mucha ambición. Pero ganó, que es lo que importa, aunque la victoria debió ser por un margen más amplio. No obstante, puede suponer para los chicos de Jota González una inyección de moral para una plantilla muy necesitada de mimos después de acumular desgracias en las últimas semanas.
No fue una victoria lucida y ahora toca sufrir. De hecho, pese a un muy buen inicio (algo que no ocurría desde el partido contra Guadalajara) las sensaciones que trasladó el equipo a la grada -se esperaba una mayor afluencia de público en el Palacio de los Deportes- no fueron las óptimas.
El partido fue un ida y vuelta constante. Comenzó pegando fuerte el Naturhouse, defendiendo correctamente la portería de Gurutz y jugando al contraataque, donde Javi Parra se despachó con cuatro goles en los primeros cinco minutos. Este comienzo fue muy halagüeño para el conjunto franjivino, que se mostró muy superior a un equipo visitante que dio la imagen de ser un poco ingenuo: no atinaba a enlazar jugadas en el ataque y perdía balones tontos.
Pronto el Ciudad de Logroño abrió una brecha de cinco goles, coincidiendo con la apertura del festival de Ismael Juárez. El extremo, que jugó infiltrado, marcó nada menos que 13 goles, siete de ellos desde los siete metros, donde sólo desperdició un penalti. Todo parecía controlado.
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Pero comenzaron los baches. Esta vez no hubo muchos fallos en los lanzamientos. El tema fue más técnico y físico que otra cosa. Ante la gran cantidad de bajas, Jota se vio en la obligación de improvisar posiciones. También se empezaron a suceder lagunas defensivas y se creció el conjunto serbio, que poco a poco comenzó puso a funcionar su maquinaria. Malencic sacó a pasear por el Palacio de los Deportes su poderoso brazo izquierdo y Kazic fue siempre más veloz que sus defensores. Así las cosas, a diez minutos del descanso, los serbios le empezaron a respirar en la nuca al Naturhouse, que no encontraba la fórmula para sentenciar el partido.
Lagunas en el ataque
Pese a que el Ciudad de Logroño tuvo un inicio optimista en la segunda parte, con un Juárez cada vez más inspirado, un Sasha Tioumentsev que comenzó a entrar más en el juego y un fenómeno en la portería (Gurutz Aginagalde), la Metaloplastika igualó la contienda en el minuto 13. Todo el esfuerzo anterior se fue al traste en pocos instantes. El equipo se volvió espeso, sin ideas y dejó de encontrar huecos en la defensa rival. Faltaba mucho todavía y había que apretar los dientes y volver al guión original. Y la jugada les salió bien a los dirigidos de Jota.
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Encima, Milos Mitrovic se tuvo que marchar pronto a los vestuarios tras ver una roja directa muy clara después de una fuerte entrada a Marc Amargant. Esto desarmó a la Metaloplastika, que no se dio por vencida. Juárez siguió a lo suyo, perforando una y otra vez la meta visitante, Álex Dujshebaev empezó a encontrar huecos por el lateral derecho, y el Naturhouse se fue en el marcador nuevamente. El logroñés Arturo Martínez ayudó con su granito de arena en forma de dos goles y un gran robo defensivo; Tioumentsev fue pura potencia y Gurutz siguió deteniendo balones.
En el minuto 24 de esta segunda etapa, el Ciudad de Logroño ya tenía una renta de cinco goles (32-27). Pero la Metaloplastika es un equipo joven que no baja nunca los brazos. Con más ganas que experiencia, los de Novakovic tiraron de potencia para acercarse a dos goles de los riojanos, que en el último parcial cometieron varios errores que le privaron de aumentar el marcador. El 35-33 puso justicia a lo visto en la pista, aunque el público se marchó del Palacio con una sensación ambigua. Cierto es que el Naturhouse no jugó bien, cayó en las lagunas que le están caracterizando últimamente y la eliminatoria quedó en el aire. Pero igual de cierto es que el equipo franjivino volvió a encontrarse con la victoria 36 días después, algo que debe servir para mejorar su autoestima.
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