«Muchas mujeres no denunciaban por el temor a no poder renovar sus papeles»

Mónica Trillo no quiere hablar de inmigración y violencia de género, destierra el concepto «erróneo» de que sea un fenómeno ligado y apunta a un problema de la sociedad en general que no distingue de nacionalidades.

Peruana, abogada y presidenta de la Asociación de Mujeres Latinoamericanas en La Rioja (Amdelar), aclara que estas mujeres que sufren malos tratos «son inmigrantes, pero también ciudadanas riojanas» y, por tanto, «no hay que hacer diferencias si eres inmigrante o autóctona».

No obstante, Trillo reconoce que se denuncia más porque cada vez las mujeres ejercen más sus derechos y el dato de que las extranjeras en La Rioja hayan interpuesto casi la mitad de las denuncias y que durante el 2009 representaran el 54% se debe, en su opinión, a que las mujeres españolas que sufren las agresiones cuentan con un apoyo familiar del que, por lo general, carecen las extranjeras.

«Estas compañeras vienen a un país distinto y sobre todo desconocen las leyes y procedimientos y al no tener esa acogida familiar, al final, interponen las denuncias», relata Trillo. Por ello, desde Amdelar tratan de ofrecer su apoyo a estas mujeres, con independencia de su nacionalidad, con un teléfono de emergencias. También asesoran de los procedimientos legales a seguir en el caso de presentar una demanda por violencia de género.

Mónica Trillo subraya la importancia de denunciar los hechos, aunque reconoce que muchas no lo hacían por temor a perder sus papeles, sobre todo, en los casos de reagrupación en los que la mujer tenía que demostrar que seguía conviviendo con su pareja para renovar su estancia. La reforma de la Ley de Extranjería ha cambiado esta situación y ahora si denuncian y el juez decreta medidas provisionales pueden optar a la renovación.