Garabaya celebra uno de sus goles. :: DIAZ URIEL
Balonmano

El Naturhouse mejora su imagen y planta cara hasta el final al Valladolid, <br/>

Los riojanos muestran señales de mejoría, con una muy buena defensa, y cogen moral

PPLL

Lunes, 20 de septiembre 2010, 10:24

Publicidad

El Naturhouse salió anoche del Palacio mejor de lo que entró. Y no porque tuviera más puntos. De eso, aún sigue a cero. Pero las sensaciones pueden ahora ser mejores de lo que venían: los franjivino perdieron, sí, y mostraron problemas que les convierten en un equipo imperfecto, cierto.

Pero también enseñaron algunas de sus mejores virtudes, ésas que les han llevado muy alto en los últimos años. Y aunque el 23-26 final hace honor a la superioridad de un gran equipo -el Cuatro Rayas Valladolid- lo cierto es que el Naturhouse estuvo siempre cerca, y tuvo su opción. Otra cosa es que no la aprovechara.

En estos duelos Jota González-Juan Carlos Pastor es difícil saber todo lo que pasa. El espectador puede irse a casa con la sensación de haber visto un partido, pero en realidad se ha perdido la mitad. Porque entre dos equipos que se conocen tanto y dos entrenadores paridos en el mismo molde, todo son triquiñuelas, cambios en los cambios de los cambios, regates tácticos y fintas psicológicas.

Se puede suponer, eso sí, que las novedades que Jota planteó dieron resultado... durante el primer momento al menos. No es que los ataques fueran fluidos. De hecho, el minuto 5 llegó con el 1-0 en el marcador. Pero el Naturhouse al menos tiraba a puerta: porque pasaban los minutos y el Valladolid no encontraba hueco ni para hacer trabajar a los porteros del Natur. Pucela no encontraba su maravilloso balonmano.

Publicidad

Pastor pidió tiempo muerto hacia el minuto 12. El sabio ya se había dado cuenta para entonces de los trucos de Jota. Llamó a sus chicos, cambió cuatro cosas, y Valladolid empezó a funciona. Un 0-4 en los siguientes 6 minutos llevó al marcado del 5-3 al 5-9. Y el Naturhouse, a partir de ahí, condenado a remar contra el marcador.

Aguantando

Lo mejor que se puede decir de los chicos de Jota es que se aguantaron en el partido. Otros no lo hubieran hecho, ojo. Con las malas vibraciones que parecían rodear al equipo hasta ahora, y con un Valladolid más brillante que nunca, otros hubieran perdido pie en el partido.

Publicidad

Los riojanos no, y eso hay que apuntarlo. Se aguantaron merced a una buenísima defensa, lamentablemente no secundada por la portería. Lorger y Gurutz están en un momento muy bajo. De su tesón y de la calidad que han demostrado en otros momentos hay que esperar que remonten este mal momento.

Pero en la defensa, sobre todo en el centro formado por Garabaya y Amargant, encontró el Naturhouse su calzo para mantenerse en pie. Les seguía costando hacer gol: 9 al final de la primera mitad son demasiado pocos. El problema es sencillo. Con una falta absoluta de tiradores exteriores, las defensas se cierran como lapas en torno al pivote. Ayer, además, Valladolid cerró muy bien a Sasha Tioumentsev, mucho más apagado de lo habitual en él. Y si no se encontraba, además, a los extremos, las opciones eran demasiado pocas: mover hasta engañar a Valladolid, y confiar en el brazo de Paco López, todo pelea ayer.

Publicidad

Garabaya y Amargant mantuvieron vivo el esfuerzo en la segunda mitad, y fueron encontrando amigos. Sobre todo por los extremos, con Parra, Juárez y Arrieta. Éste último había estado impecable en la primera mitad: 3 de 3, incluyendo dos penaltis sin fallo.

El Naturhouse se agazapó, aguantó el tirón y se fue arriba, esperando su ocasión. Esa ocasión llegó hacia el 25. Aprovechando un carrusel de exclusiones (aunque las superioridades siguen sin ser lo de este equipo) y con cuatro goles casi seguidos de Parra, el Natur tuvo su opción. Se acercó hasta 23-24, y tuvo un penalti para empatar. Pero ese penalti lo tiró, un tanto sorprendentemente, Isma Juárez. Ante él, Sierra. Igual que hace un año, era el momento decisivo, e igual que entonces, el portero paró el tiro.

Publicidad

Perales y Edu Fernández, dos grandes jugadores, cerraron la discusión en el ratito que quedaba. Pero el Naturhouse se puede ir con la sensación de que está en el buen camino. Si sigue por él estará mejor, y demostrará qué equipo es, ante los grandes y ante los no tan grandes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad