P.A.
Martes, 18 de mayo 2010, 02:49
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Rubén Garabaya todavía es jugador del FC Barcelona. Y con todos los honores, porque al nuevo pivote del Naturhouse le queda una cita muy gorda: la final a cuatro de la Liga de Campeones, dentro de unos días. «Vine a Barcelona, rechazando ofertas de más dinero, para ganar un título grande. Y ésta es mi última oportunidad de conseguirlo», explicaba ayer el asturiano.
¿Qué le ha hecho decidirse a venir a Logroño? El pivote asegura que «ha habido muchos motivos, pero el principal es el proyecto deportivo». Garabaya valora que «hay mucha ilusión en el equipo y en la gente. Cada vez que juego en Logroño me muero de envidia, por lo bonito que es jugar los partidos allí».
Y además, la de Logroño es «una forma de jugar que me gusta». La conoce bien, porque Garabaya jugó muchos años en Valladolid, la 'cuna' del estilo Pastor... y el de Jota. «Es importante que conozca a Jota; es un buen entrenador, y todo el mundo, todos los jugadores que ha tenido, están encantados».
El pivote asegura que, a los 31 años, le queda mucho balonmano. «La gente suele retirarse a los 35. Me queda mucha guerra que dar; he tenido suerte, toco madera, y no he tenido ninguna lesión grave, ni tengo ningún problema crónico. Voy con toda la ambición del mundo y haré todo lo que pueda. No va a quedar ni una gota de sudor».
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