«Lo de esta noche es algo que llevaré siempre en el corazón»

David Barrufet lloró anoche unas cuantas veces. Lo hizo (un poco) antes del partido. Lo hizo (bastante más) después del partido, cuando aparecieron sus dos hijos en el centro del campo, o cuando dio una vuelta de honor a un Palau rendido. Y lo volvió a hacer en la sala de prensa del coliseo blaugrana, recordando lo que había vivido esa noche.

«Esto es algo que llevaré siempre en el corazón», decía. «Salir al Palau y verlo así... es algo que no se puede describir con palabras». Así, las únicas palabras que le salían al guardameta más laureado eran casi una sola: «Gracias, gracias, muchas gracias», repetía.

«Durante todos estos años he intentad hacer mi trabajo lo mejor posible», recordaba. «Tengo mucho que agradecer a mis compañeros, al entrenador. Y ahora tengo muchas ganas de ir a Colonia y ganar la Champions».

Con él, el Barça no sólo pierde a un portero que mantiene un gran nivel competitivo, sino también a un capitán que aportaba intangibles al vestuario. «Los valores que aporta David al grupo son encomiables», reconocía el técnico blaugrana, Xavi Pascual. «Un capitán como David... lo que él deja no es sólo su figura». «Pero seguro que mis compañeros lo hacen mejor que yo», zanjaba el propio Barrufet.

Un día diferente

El técnico del Naturhouse, Jota González, reconocía por su parte que la de ayer fue una noche «diferente». «El partido es una fiesta totalmente merecida a David Barrufet». Y eso confería al ambiente una sensación «muy extraña. Parece que es un partido de homenaje, cuando realmente es un partido de liga».

El Naturhouse intentó ayer «ser parte de esa fiesta, pero no una comparsa. Hemos intentado dar la cara e intentar ganar el partido, pero es muy complicado. Sobre todo, nos han faltado mucho las fuerzas, nos han matado sobre todo con los contraataques».