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YOLANDA VEIGA
Viernes, 7 de mayo 2010, 11:36
Es un recurso fácil, eso de que Ángel Cristo montó el circo dentro y fuera de la pista, pero es que hasta el funeral del domador ha dado que hablar. Y no para bien, porque en la noche del velatorio se montó una pequeña trifulca entre la asistencia. Al parecer Iris Galán, la que fuera supuesta amante de Cristo cuando él todavía estaba casado con Bárbara Rey, se presentó allí y a los hijos les sentó como una patada.
Primero fue Sofía Cristo la que se acercó a exigirle que se fuera por donde había venido. Luego fue su hermano, Ángel Cristo Jr., el que fue a echarla. Y no se anduvo con miramientos. Recoge Europa Press unas declaraciones a propósito del incidente de la periodista Chelo García Cortés, amiga de la familia: «Se presentó a las diez de la noche (del martes) una persona que los hijos no querían que viniera, que no tiene nada que ver con la familia. Ángel lo está pasando muy mal, se puso muy nervioso y hubo un pequeño forcejeo», relató. Payasito, amigo del domador, defendió a la familia y denunció que esta mujer «quiere caja».
Fue el incidente más llamativo pero no el único porque parte de la parentela del fallecido artista se quedó sin poder velarle. Y echan la culpa a Bárbara Rey y a sus hijos, que decidieron cerrar la puerta del tanatorio. Con ella cerrada se encontró Circe Roque, la última pareja que tuvo Ángel Cristo. La mujer se mostró muy molesta, tanto como un primo del domador, que «después de recorrer 500 kilómetros para verle no pudo entrar y se tuvo que quedar a dormir en el coche».
El funeral lo celebraron en la intimidad, en la iglesia del cementerio de La Almudena. De allí salió muy afectada su hija Sofía, que a pesar de las diferencias que tuvo con su padre -las broncas entre Bárbara Rey y Ángel Cristo y entre éste y sus hijos han sido sonadas y han llenado horas y horas en televisión- se alegró de que «haya tenido una despedida digna, que se la merecía». La ex mujer del hombre que popularizó el circo también tuvo unas palabras para que el fuera su marido durante ocho años. «Por su trayectoria profesional y por todos los momentos que él ha tenido buenos. Se merece un respeto y que descanse en paz», zanjó Bárbara Rey.
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