Un camino aún por acabar

El estreno era el morbo del año. El primer equipo riojano que jugaba competición europea era el Naturhouse. Estar en esa competición ya era un premio, y pisar los cuartos de final era el objetivo máximo.

El estreno tenía su dificultad. Empezar en un ambiente duro, como el del Estrella Roja de Belgrado, tenía su aquél. El Naturhouse tuvo suerte, sin embargo: la muerte del pope de la iglesia ortodoxa serbia dejó muda por respeto a la grada de Belgrado. Los de Jota sacaron un empate a 30 que hubiera sido una victoria de no ser por una masacre arbitral en la segunda parte. El pase se selló en Logroño tras un buen partido de los riojanos, que ganaron 30-24

La siguiente ronda hubiera debido llevar al Naturhouse a Islandia. pero no lo hizo: el Haukar era un club con demasiados problemas económicos, y al final llegó a un acuerdo con el Ciudad de Logroño para jugar los dos partidos en el Palacio, a cambio de que el club riojano sufragara los gastos del viaje. Los franjivino ya habían tenido suerte en un sorteo en el que había posibles rivales mucho más duros, pero jugar en casa los dos encuentros remató la faena. El líder de la liga islandesa no fue rival para los de Jota que vencieron 34-24 en el primer partido, y de nuevo en el segundo, sin tensión, por 24-23.

En cuartos, Francia. El Dunkerque era un gran equipo, aunque algo golpeado por las lesiones. La primera parte en tierras francesas fue brutal, con los riojanos hasta 8 goles arriba, aunque la reacción francesa en la segunda dejara el marcador en 33-33. El partido de Logroño fue espectacular, con un Naturhouse cuajando una segunda parte para enmarcar (30-24).