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Vegetaciones adenoideas y otitis serosas
CULTURA

Vegetaciones adenoideas y otitis serosas

La forma de saber si un niño padece estos trastornos es mediante una historia clínica y una exploración en el otorrino Suelen aparecer asociadas, por lo que conviene describirlas a la vez

MARTA ZABALETA OTORRINOLARINGÓLOGA

Martes, 6 de abril 2010, 02:25

Aunque la valoración de los problemas relativos a las vegetaciones adenoideas y la otitis media serosa debe hacerse por separado, la elevada frecuencia con la que aparecen asociados aconseja describirlos en conjunto.

Las vegetaciones adenoideas o adenoides son unas estructuras de tejido linfoide localizadas en la parte posterior de la nariz, denominada cavum. Junto con las amígdalas palatinas y la amígdala lingual forman el anillo linfático de Waldeyer, que constituye la primera puerta de defensa frente a la infección. Las vegetaciones adenoideas y las amígdalas fabrican las substancias responsables de la inmunidad, junto a otras estructuras. A medida que el niño va creciendo, el anillo linfático de Waldeyer, y por tanto las vegetaciones, adquieren un papel secundario en la protección ante las infecciones.

Cuando las vegetaciones o adenoides se infectan, generalmente por virus, se produce la adenoiditis. En este caso, las vegetaciones adenoideas aumentan de tamaño, fabrican más moco y cuando esto sucede, aparece una obstrucción nasal (los niños respiran por la boca) y moco nasal. Otros signos acompañantes son la tos, sobre todo nocturna, el mal aliento, deformación del paladar, el ronquido, etc. En ocasiones el ronquido puede ir acompañado de paradas respiratorias de unos segundos de duración que denominamos pausas de apnea.

Otro signo muy frecuente es la aparición de otitis serosas y otitis medias recurrentes. La otitis serosa consiste en la acumulación de líquido o moco en el oído medio. Se origina porque las vegetaciones, que están aumentadas de tamaño, no permiten que los oídos se aireen a través de la trompa de Eustaquio. Esta falta de ventilación origina una presión negativa dentro del oído que es la responsable de que se fabrique moco dentro del propio oído. La otitis media serosa es una afección extarordinariamente frecuente en los niños.

Diagnóstico

Este tipo de otitis no produce dolor, sólo afecta a la audición produciendo una sordera, casi siempre leve. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los niños pequeños es muy importante que la audición sea normal para la correcta adquisición del lenguaje y el desarrollo psicosocial del niño. Las otitis medias recurrentes consisten en la acumulación de pus en ambos oídos medios. En este caso, además de la sordera, suele haber dolor y puede acompañarse de fiebre y supuración del oído.

La forma de saber si un niño tiene vegetaciones adenoideas obstructivas es mediante una historia clínica y exploración otorrinolaringológicas. En ocasiones pueden ser necesarias otras pruebas, que consisten en la introducción de un tubo fino y flexible por la nariz que permite la visualización directa de las vegetaciones

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