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LA RIOJA
Sábado, 27 de marzo 2010, 12:30
Enrique Villar, quien fuera delegado del Gobierno en el País Vasco durante los ocho años de los gobiernos de José María Aznar, falleció en la madrugada de ayer víctima de un cáncer a los 70 años en Logroño, ciudad en la que nació y en la que residía. Parlamentario en la Cámara vasca durante otros seis años, Villar se destacó por su beligerancia contra los terroristas de ETA y los nacionalistas vascos.
El entierro, según informaba ayer EFE, se celebrará mañana en Logroño y el funeral se oficiará el lunes, a las seis de la tarde, en la concatedral de Santa María La Redonda, aunque se estudia la posibilidad de organizar otro en Vitoria debido a su larga relación con esta ciudad.
Su fallecimiento generó ayer una profunda consternación en el PP de La Rioja. El presidente de esta formación, Pedro Sanz, envió un telegrama de condolencia a la familia y lamentó «la pérdida de este riojano vinculado al Partido Popular», del que resaltó «su trabajo al frente de la Delegación del Gobierno en el País Vasco».
Durante los ocho años en los que ejerció ese cargo, entre 1996 y 2004, Villar resultó un auténtico azote para ETA y ejerció una firme crítica contra los gobiernos nacionalistas. En 1999 llegó a calificar de «asesinos» a PNV y EA por pactar con Euskal Herritarrok, formación que incluía a presos de ETA en sus listas electorales.
Además, en varias ocasiones acusó al PNV de ayudar a la organización terrorista, como en el 2003, cuando dijo que se estaba derrotando a ETA «poco a poco, si no fuese por la ayuda que tiene del PNV, que no aplica las leyes, protesta por cualquier medida cuando hay una detención y se preocupa por los detenidos en vez de hacerlo por la Guardia Civil y la Policía Nacional». El Gobierno Vasco pidió su cese ese mismo año por no respetar las instituciones vascas, después de que hiciese en el Parlamento vasco gestos de desaprobación hacia la propuesta de consulta del ex lehendakari Juan José Ibarretxe, a la que siempre se opuso.
Logroñés, nacido el 18 de diciembre de 1939, Enrique Villar era ingeniero agrónomo y trabajó en una empresa vitoriana dedicada a la elaboración de semillas para la producción de remolacha azucarera. Militó en UCD, fue concejal del Ayuntamiento de Vitoria y después se incorporó a Alianza Popular (AP), formación con la que también fue edil en esa ciudad y representante en las Juntas Generales de Álava. Tras la refundación de AP como PP, Jaime Mayor Oreja le nombró presidente de la gestora provincial.
En las elecciones al Parlamento Vasco de 1990 consiguió el acta de diputado y desde 1991 fue miembro de la ejecutiva del PP vasco. Renovó su escaño de diputado autonómico por Álava en 1994, al que renunció en 1996 cuando fue nombrado delegado del Gobierno en el País Vasco con el primer Gobierno de Aznar en sustitución del fallecido José Antonio Aguiriano.
Ocupó ese cargo hasta el 2004, siendo condecorado ese mismo año por el Gobierno con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Durante dos años fue agregado cultural en la Embajada de Lisboa, último puesto que ocupó hasta su jubilación.
Un hombre «coherente»
El PP del País Vasco y dirigentes políticos e institucionales de este partido expresaron ayer su pesar por la muerte de Enrique Villar, del que destacaron su «coherencia» política, y la vitalidad y pasión que derrochaba en sus relaciones personales.
También el actual delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, transmitió su pesar a la familia del político fallecido y al PP vasco.
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