Sus denostadas señorías

El rival de los diputados y senadores no está en las bancas del contrario. El enemigo que más mina su figura son esas fotografías de hemiciclos semidesiertos y la anoréxica relación de intervenciones ante las Cortes que (en algunos casos) arroja la web oficial. Un cóctel de prejuicios al que se une la eterna polémica sobre su retribución -3.000 euros al mes que, sumados complementos como portavoz, viceportavoz o presidente de Comisión, pueden llegar a los 4.200 o 6.000 euros- y una corriente de opinión que les señala como corresponsables de una crisis que ellos observan desde una atalaya de privilegios, partidismo e inacción.

Remover esa imagen es parte del objetivo que persigue la propuesta de ampliar el periodo de plenos y comisiones a los meses de enero y julio. Sus señorías riojanas en Madrid secundan la propuesta. «No podía ser de otra manera», confiesa el socialista César Luena defendiendo el esfuerzo y el calendario de sus compañeros de banca. «La percepción general del ciudadano está distorsionada y, de hecho, en enero y julio es cuando más actividad desarrollamos de puertas adentro», indica para calificar de «populista» el debate suscitado. El senador José Ignacio Pérez va más allá y reconoce una asignatura pendiente: la pedagogía. «Claro que trabajamos, pero somos esclavos de la imagen y debemos saber visualizar mejor nuestra labor». Una tarea que topa con clichés y un baremo, afirma, poco fiable. «El número de intervenciones depende de los cargos y el 'juego' que cada Grupo reparte; la tarea en la trastienda o a pie de calle es difícil de cuantificar», dice.

Desde el PP, Juan Antonio Gómez-Trinidad juzga «injusta» la «frivolización de limitar nuestra valía a la presencia en los plenos cuando actuamos en otras facetas personales de contacto con la sociedad, política, sectorial, institucional...». Las sesiones públicas son «sólo la punta del iceberg», opina reconociendo un detalle: «El que más pide la pelota es también quien más sale al terreno de juego». El senador autonómico Carlos Cuevas sintoniza con ello matizando que el debate sobre las 'vacaciones' en las Cortes es una «falacia interesada». «No sé en otros grupos, pero en el PP el trabajo es constante», remata el también secretario general y portavoz.