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Balonmano

Una semana para sonreír

La primera Copa del Naturhouse ha dejado al club una importante inyección económica y el deseo de seguir en el club de los 'grandes' Tras la Copa, el Naturhouse enfila dos partidos decisivos en cinco días

PABLO ÁLVAREZ

Sábado, 20 de marzo 2010, 01:43

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La Copa del Rey llegó y pasó. Y una vez olvidado el mal trago de la paliza con que el torneo del KO recibió al Naturhouse -el Barça es lo que tiene- el club riojano hace balance de la primera parte de esta vuelta. Y hay cosas buenas.

Lo bueno: estar en la Copa hace que el club quiera volver a estar. El Naturhouse quiere entrar a competir al club de la clase media-alta, y es significa luchar por esta competición. No es sencillo, y el nivel económico del club no permite alegrías. «Para crecer, tenemos que intentar estar siempre un poquito por encima de nuestras posibilidades», explicaba ayer Jota González, recién llegado a Logroño tras 12 horas de viaje desde Antequera. «Quizá en la primera vuelta estuvimos demasiado por encima, y ahora estamos demasiado bajos, pero tenemos que darnos cuenta de quiénes somos y buscar el punto medio».

La Copa ha supuesto, además, una importante inyección económica para el club llegada desde el Ayuntamiento de Logroño. La cifra nunca ha sido hecha pública, lo cual es extraño al tratarse de dinero público, pero las especulaciones más fiables sitúan que la «cláusula por Copa» superaría los 100.000 euros. No bastante como para hacer volar las campanas de un club que siempre anda más que justo, pero al menos sí suficiente como para dar una bombona de oxígeno muy necesaria.

Liga y Europa

Ahora el club vuelve a la Liga, y lo hace pronto: el martes llega al Palacio el Alcobendas. «No nos lo va a poner nada fácil», advierte González, que sin embargo no pone excusas: «Hay que ganar ese partido como sea».

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«Si uno mira los puntos de la segunda vuelta, quitando lo de Toledo no son malos resultados», recuerda el técnico. «Pero», reconoce, «otra cosa son las sensaciones que deja nuestro juego». Para Jota, es hora de mirar adelante: «Lo más complicado es cambiar la mente de los jugadores, lo más difícil es generar ilusión. Pero tenemos que recuperar la alegría».

Esa alegría en el juego, ese «animarnos entre todos» debe guiar al equipo en un partido clave para la liga y, apenas cinco días después, en su estreno en los cuartos de final de la Copa EHF, y en Dunkerque, ante «un equipo muy difícil». «Nuestras aspiraciones de seguir ahí pasan por ese partido».

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Y todo pasa por volver a sonreír. Esta semana se puede lograr.

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