PABLO ÁLVAREZ
Viernes, 5 de marzo 2010, 10:47
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El Naturhouse está tocado. Literalmente. Fue dura, en lo anímico, la derrota de Zaragoza; pero peor es la epidemia de pequeñas o grandes lesiones que han caído sobre el equipo de Jota González. Son muchas -medio equipo no está en buenas condiciones físicas- y están haciendo que el conjunto franjivino tenga que remar corriente arriba en la fase decisiva de la Asobal.
La semana ha sido dura en eso. El Naturhouse se quedó tras el partido de Zaragoza sin ninguno de los dos extremos zurdos con los que empezó la liga. A la lesión de Pavel Bashkin, operado en febrero de un problema de cadera, se une la de Ismael Juárez, con una rotura parcial del tendón de Aquiles que le hará estar fuera de las canchas entre un mes y mes y medio. El joven extremo ha estado jugando tocado durante varios partidos, hasta que su tendón dijo basta. El Naturhouse se queda ahora con Goran Djuricin como única opción para el puesto. Y el serbio, recién llegado al equipo, sin conocer el idioma -ni el sistema, ni la liga, ni a los compañeros, ni los rivales- es un recambio de pocas garantías a día de hoy.
La lista sigue. Ales Silva sufrió un esguince de tobillo el miércoles al pisar a un compañero. El brasileño no entrenó ayer; el esguince no es demasiado fuerte, y el pivote no está totalmente descartado para mañana: hoy se probará en el entrenamiento.
Calcificaciones
Hay más. Sasha Tioumentsev lleva un tiempo arrastrando problemas serios en sus tobillos, con unas calcificaciones que le hacen jugar con mucho dolor. Lo ideal sería parar al jugador para eliminar esas calcificaciones, pero en plena vorágine liguera no hay tiempo para eso.
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Tioumentsev volvió a entrenarse el miércoles tras unos días parado, y lo mismo hizo Unai Arrieta, con una sobrecarga en el muslo del que estuvo lesionado durante el final de la primera vuelta.
Javier Parra ha sufrido en los últimos tiempos por culpa de una tendinitis en el hombro. El problema parece estar evolucionando bien. También evoluciona Marc Amargant, a quien una larga infección estomacal ha dejado aún así bastante mermado: el catalán ha perdido en las dos últimas semanas más de cuatro kilos de peso, y eso se nota mucho.
Las buenas noticias: Paco López ya se entrena con normalidad con sus compañeros, y volverá a jugar el sábado. «Ahora no estoy al mejor nivel», reconocía ayer. «En los entrenamientos notas que te pasan por todos lados. Pero intentaremos echar una mano, y que esa mano sea mayor cada día».
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El técnico, Jota González, se resigna. «Hay mucha gente jugando tocada, con muchos problemas. Aún así tenemos que ganar los partidos, pero la gente tiene que saber que no estamos como estábamos antes», advierte.
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