Borrar
CULTURA

AFORTUNADO DEBUT

EDUARDO AÍSA

Miércoles, 10 de febrero 2010, 01:39

Puede parecer mentira, pero el domingo debutaba en Logroño nada menos que Richard Wagner con una de sus primeras óperas y el resultado no ha podido ser más afortunado: la representación fue un éxito y el público salió encantado, y, si me apuran, hasta algunos muy orgullosos de haber superado con gusto lo que a primera vista podía parecer una dura prueba.

De una compañía como la Ópera Checa de Praga esperaba por lógica una representación ordenada y eficaz, con voces más o menos dignas y presentación de tipo tradicional ligeramente casposa, o sea, ni un atisbo de brillo artístico, pero mi sorpresa fue grande cuando me encontré con varias voces espléndidas, una notable versión musical en manos de un buen director e incluso una propuesta escénica moderna -aunque errónea a mi entender-.

La primera sorpresa fue la imponente voz y presencia escénica de Richard Hann como El Holandés, sustituyendo al anunciado en el programa. Fue un placer ver correr esa voz tan rotunda por todo Riojafórum, con un timbre algo metálico y atenorado en los agudos, pero siempre imperiosa y musical. Y la otra gran sorpresa vino en la magnífica voz y en la interpretación escénica de la soberbia soprano Annette Yasmin Glaser, dominadora absoluta del difícil papel de Senta. El planteamiento escénico la obliga a permanecer en escena toda la ópera, ¡incluso la obertura!, con un intensivo trabajo actoral que superó con verdadera excelencia, al igual que su canto, que fue verdaderamente extraordinario, coronando el temible final con un sobreagudo limpio y sonoro de muchos quilates.

El resto del reparto no estaba a la misma altura, empezando por un deficiente Daland de voz enorme, pero cortante y entubada, desafinando a veces. El Eric de Nikolai Vishniakov sonó poderoso y también metálico, que no le va mal al papel. Fino cantante de poco volumen el tenor Robert Remeselnik como Timonel y justita la mezzo Vira Pachová como Mary, aunque bien caracterizada teatralmente.

El minúsculo coro (catorce voces masculinas y otras tantas femeninas) pudo superar sorprendentemente esta difícil ópera para ellos, que exige cuatro veces más de coralistas por lo menos, y destacaré las originales coreografías que tuvieron que representar. La orquesta, algo corta de cuerda, dejó buena imagen, así como el director Norbert Baxa de impecable criterio musical. El director de escena transforma la historia en la locura de Senta -algo bastante sobado- y opta por una presentación minimalista con algún elemento que funciona y otros no.

Lleno hasta la bandera, excepto la consabida vergonzosa zona de invitaciones no atendidas, mucho público joven y abundantes aplausos y bravos. El público habría agradecido una pequeña sinopsis argumental en el programa de mano.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja AFORTUNADO DEBUT