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Un momento del debate moderado por el periodista Carlos Santamaría, que tuvo lugar en Aula Magna. JUSTO RODRÍGUEZ
Debate

Una UR más moderna e internacional

El campus del futuro debe salir más al exterior, ser referente y cuidar su plantilla, coinciden los tres aspirantes entre críticas cruzadas

África Azcona

Logroño

Miércoles, 30 de octubre 2024

La campaña de las elecciones al rectorado de la UR llegó este miércoles a su fin con el debate protagonizado por la terna de candidatos que aspiran a tomar testigo de Juan Carlos Ayala. Tres programas diferentes con una premisa común: contribuir en los próximos seis años a «consolidar un campus basado en el progreso». También con mayor presencia en el exterior, con instalaciones más modernas, estabilización de la plantilla y, al mismo tiempo, insistiendo en una formación ilusionante dirigida al alumnado, dentro de una comunidad unitaria, tal y como expusieron a lo largo de una hora de intercambio de ideas, en la que se habló abundante de las necesidades docentes e investigadoras, y se pasó de puntillas por temas de calado como alumnado y titulaciones.

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Las intervenciones discurrieron en un clima de «diálogo sosegado», aunque sin escatimar en reproches. Emilio Jiménez fue el más beligerante al afirmar, por ejemplo, que la UR está cada vez más polarizada, «o estás conmigo o contra mí», palabras que iban dirigidas a la opción representada por Eva Sanz, que reiteró su programa continuista, y que completó con las dirigidas a la otra aspirante Sandra Peña, «que también parte del pasado, del pasado del anterior rector el señor Rubio». En su intervención defendió «salir del pasado» y «adaptarse a los nuevos tiempos», para lo que defendió una apuesta decidida por las nuevas tecnologías y la captación de fondos, y una mayor internacionalización. «A esta universidad se le conoce en muchos sitios gracias a las personas, no a campañas», refirió en referencia a su candidatura «basada en el diálogo el pluralismo ideológico». Por su parte, la actual vicerrectora, Eva Sanz, replicó que el diálogo ya es una realidad, «es una universidad pequeña, las personas nos conocemos». «Confío plenamente en cada persona y la alta capacitación de todos los colectivos de la UR». Y añadió: «La nuestra es una candidatura continuista que va a seguir explorando las mejores competencias para que la UR sea un campus de referencia. Para ello aportamos experiencia y compromiso». En su exposición, Sandra Peña defendió su apuesta por una universidad pública, investigadora, dialogante y abierta. «Un campus de todos para todos», resumió en referencia al acceso de inmigrantes y otros colectivos desfavorecidos. Así, defendió la «democratización de los procesos de acceso» y disponer de fondos para ellos». Peña sacó a relucir un tema que apenas ocupó espacio en el debate: las titulaciones. «Hay que estudiar la oferta actual para ofrecer otras que resulten más atractivas y aprovechar nuestras fortalezas como universidad pequeña. Por ello trabajaremos para que el personal sea el adecuado».

«Tenemos ganas de llegar para levantar la alfombra y ver qué hay»

Fue precisamente una llamada de atención de la candidata Eva Sanz sobre la falta de propuestas de financiación por parte de sus contrincantes lo que provocó uno de los momentos mas tirantes, dentro de un debate que discurrió en cualquier caso en tono dialogante y sin crispación. «No podemos hablar de lo que no conocemos, venimos de una etapa de enorme opacidad, estamos deseando de entrar para levantar la alfombra y ver qué hay», fue la respuesta de Emilio Jiménez sobre lo que calificó una falta de rendición de cuentas a la sociedad. «Yo por lo menos no me siento informado de cómo estamos ahora». Una crítica que también hizo suya Sandra Peña. «Todos sabemos qué recursos económicos tenemos, los provenientes del Gobierno riojano, los fondos que el campus es capaz de generar, pero lo cierto es que no sabemos el estado actual de la cuentas, y habría que conocerlas para abordar las necesidades que tenemos, pero tengo entendido que hay déficit y no es pequeño», lanzó convencida de que es fundamental conocer los números «para abordar las necesidades que tenemos». Estos fueron parte de los reproches que tuvo que oír la vicerrectora, además de calificativos de censura referidos al equipo que ha encabezado los últimos años el rector saliente, Juan Carlos Ayala. Términos como «polarización», «crispación» o «utilización» encontraron el firme rechazo de Sanz que pidió «cuidado con las palabras que utilizamos». «No parece adecuado utilizarlas en una universidad donde se ha trabajando en cuerpo y alma por la calidad de esta institución», adujo la actual responsable de Estudiantes y también aspirante a rectora, quien también defendió la financiación como uno de las cuestiones más relevantes. «Sí, lo que necesita esta universidad es precisamente apoyo de recursos económicos, incluso humanos». No dudó en defender la última legislatura en la que «se han conseguido el 100% de alumnado en la mayoría de los Grados» y se ha contribuido a fortalecer –dijo– los cimientos de esta institución después de 32 de años de trabajo. «Ahora toca dar un salto, un impulso».

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