La tradición de la Caridad regresa a lo grande en Lomos de Orios

La camerana Lucía Sáenz revivió la leyenda tal y como la reflejó Fernando Salazar y Virginia Muela, de la Junta de la Virgen de Lomos de Orios y renovó los votos de fe durante la liturgia, a más de 1.400 metros de altitud. De nuevo acudieron, como es costumbre, vecinos de todos los Cameros, pero también otros devotos de Soria, sobre todo de Covaleda, así como ciclistas y senderistas.

De esta manera se recuperó por completo una de las tradiciones más ancestrales y multitudinarias de La Rioja. Y es que, se cuenta, en 1520 un grupo de pastores trashumantes de Villoslada que regresaban a casa tras varios meses fuera fueron sorprendidos por unos bandoleros en pleno monte y, al encomendarse a la Virgen de Lomos de Orios, una densa niebla se cernió sobre las montañas permitiendo la huida y, como promesa, los cameranos ofrecieron unas corderas como caridad a los más pobres. Desde entonces, los vecinos de Villoslada brindan esta tradición.

«Estábamos esperándolo porque son 500 años. La Caridad sigue viva y prometemos continuar siglos. Da impresión volver a ver a tanta gente junta, pero lo esperábamos porque hemos colaborado mucha gente», explicaba Virginia Muela. Al igual que en 2020, y como en las ocasiones especiales, es todo el pueblo de Villoslada quien dona la carne. Y en esta ocasión con el especial significado de ser ovejas del rebaño del difunto alcalde de Ortigosa, Daniel Maza.

«El pueblo siempre dona la carne cuando es una fecha concreta, una conmemoración, o cuando no hay nadie voluntario, algo que nunca ha sucedido hasta la fecha», señaló Muela.