SONIA TERCERO

El año pasado fue el más cálido y seco desde 1961, con una anomalía térmica que se dispara 1,8º

La temperatura media de la región subió por primera vez desde que hay registros (1961) en una serie anual de los 13 grados centígrados

Alberto Gil

Logroño

Martes, 10 de enero 2023, 01:00

Ya es oficial. El pasado año 2022 fue el más seco y, al mismo tiempo, el más cálido en La Rioja desde que hay registros (1961), con una anomalía térmica que se disparó hasta 1,8 grados respecto a la serie histórica de referencia (1989- ... 2010), cuando hasta ahora nunca había pasado de 1 grado (en el 2017). Un salto cualitativo diferencial que evidencia que el calentamiento está ahí y, sobre todo, la magnitud del cambio al que la región, y el planeta al completo, se enfrentan.

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Según los datos facilitados por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en La Rioja, José Antonio Pellitero, el incremento de las temperaturas se intensifica en este siglo XXI y, de hecho, hay que remontarse al noveno puesto en el ranking de años más cálidos para encontrar uno del siglo pasado: 1994, con una anomalía térmica de 0,7º sobre el registro medio y que coincide también con la registrada en 1997, que ocupa el puesto 10.

Los ocho años más cálidos, sin embargo, se han producido ya en este siglo XXI, mientras que en los últimos doce ejercicios únicamente ha habido dos con anomalía térmica negativa: el 2010, con 0,6 grados por debajo de la temperatura media de la región (11.4º) y el 2013, con cuatro décimas por debajo.

Los registros históricos de la AEMT en La Rioja se remontan a 1961, aunque los hay de mayor antigüedad en la estación meteorológica de Agoncillo, donde, según confirma José Antonio Pellitero, en 2022 se batió también el récord de temperaturas más altas, con 15,6º, que hasta ahora ocupaba 1949 y que era también el único en que la temperatura media había llegado hasta los 15º. Asimismo, 2014 y 2011 midieron anomalías térmicas positivas, con 14,9º, pero el año pasado se disparó hasta los 15,6 grados no vistos hasta ahora.

Otros hechos significativos del 2022 es que Alfaro, Cenicero, Enciso y Haro registraron las medias mensuales más altas de diciembre desde que hay registros, aunque en este caso son limitados, ya que parten de principios de siglo. Asimismo, Anguiano (con 9,8 grados) y Haro (11,9) registraron las mínimas más altas en un mes de diciembre.

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  • 13,2º. Nunca hasta ahora la temperatura media había superado los 13 grados en un año.

  • 15,6º es la media anual de la estación de Agoncillo. El récord hasta ahora era de 1949.

  • 401,9 mm llovieron en 2022, la cifra más baja de precipitación desde que hay registros (1961).

A nivel nacional, España vivió en 2022 el año más caluroso desde que se tienen registros, con una temperatura media anual de casi 15,5 grados centígrados, la más alta desde 1916. Fue la primera vez que la temperatura media anual superó los 15 grados.

Las temperaturas se dispararon repetidamente en sucesivas olas de calor desde mayo hasta octubre, con el mercurio por encima de los 40 grados en amplias zonas del país. Excepto marzo y abril, los meses restantes de 2022 fueron más cálidos de lo normal, especialmente mayo, julio y octubre, que resultaron extremadamente cálidos, avanzó la AEMT.

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Precipitaciones

El pasado fue también el año más seco en la región desde que hay registros. La AEMT parte de una precipitación media anual de 549,4 milímetros (serie 1981-2010) y en 2022 se han medido 401,9, frente a los 402,3 de 1986. Es decir, el 73% de lo que correspondería a un año normal. En la estación de Agoncillo, con registros históricos más antiguos, 2022 ha sido el segundo año más seco, ya que se encuentra ligeramente por encima de 1986.

A diferencia de lo que sucede con las temperaturas, los ejercicios más secos hasta ahora correspondían al siglo pasado y hay que llegar al séptimo lugar de los años más secos para encontrar otro del siglo XXI: el 2001, con un 81% de precipitaciones sobre la media. En cualquier caso, en la serie histórica de temperaturas es mucho más evidente las consecuencias del calentamiento, mientras que en la estadística de las pluviometrías las conclusiones no son tan claras: «Lo que estamos viendo son unas lluvias más intensas y concentradas en determinados momentos, pero, a efecto estadístico, como vemos en la serie histórica de La Rioja, no se puede hablar de que llueva ahora, en este siglo, menos cantidad que en el pasado», aclara Pellitero.

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