«Proyecto Hombre ha sido nuestra salvación»

Hay muchos tipos de adicciones. Al alcohol, a las drogas, al juego... Muchas y difíciles de abordar sin la ayuda de entidades como Proyecto Hombre, organización que desarrolla diversos programas de apoyo no solo para las personas que sufren esas adicciones, sino también para sus familias y su entorno.

David García, director de Proyecto Hombre en La Rioja, explica cuáles son los pilares sobre los que sustenta la organización. «Es una entidad sin ánimo de lucro, pero profesional, puesto que todo nuestro equipo es multidisciplinar y contamos con un plan de formación permanente», recalca después de señalar que el 60% de sus fondos son públicos.

¿Cuál es el objetivo de Proyecto Hombre? García lo define con una frase: «Intentamos ayudar a las personas a tomar el control de sus vidas». ¿Y cómo se consigue esa meta? A través de dos tipos de programas. «El primero es un centro residencial destinado a personas que no han sido capaces de dejar su adicción con otro tipo de programas o simplemente no se sienten capaces de hacerlo», cuenta el director de la entidad en la región. Se trata de un tratamiento intensivo que hace que el usuario tenga que separarse de su entorno.

El segundo bloque corresponde a los programas ambulatorios. «Está destinado a personas que han detectado un problema, pero que pueden continuar con su vida con normalidad sin dejar su entorno», expone García.

Los propios usuarios corroboran la utilidad de dichos programas. Uno de ellos explica a TVR que antes del COVID ya bebía, pero tras la pandemia se dio cuenta de que era algo que podía con él. «Tuve problemas en el trabajo y por la noche hablaba con mi mujer y al día siguiente no lo recordaba», cuenta.

En ese momento se percató de la necesidad de pedir ayuda, aunque reconoce que no sabía muy bien lo que se iba a encontrar en Proyecto Hombre. Tenía ciertos recelos, pero se borraron de un plumazo en cuanto entró por la puerta. «Me di cuenta de que no te tratan ni como un enfermo ni como un borracho; te dicen simplemente que eres una persona con una adicción», añade.

Esa sensación positiva tiene una madre a la que fue su propio hijo quien le dijo que necesitaba ayuda y que quería acudir a Proyecto Hombre. En ese momento comenzó el trabajo tanto con él como con la familia. «Escucharon a mi hijo, le hicieron darse cuenta de las cosas que le pasaban y le dieron unas pautas para seguir», recuerda la madre. «Por mi parte, me sentí muy acogida: te escuchan, te comprenden... Ha sido nuestra salvación», se congratula.

Esta mujer recalca igualmente que al entrar en Proyecto Hombre comprendió que este tipo de problemas de adicciones se dan en familias de todo tipo. «Te sientes que no eres única», resume.

Además de ayudar a la gente que ya tiene un problema, Proyecto Hombre hace una especial incidencia en intentar que no aparezcan esas adicciones. «La prevención es muy importante y apostamos por ella, sobre todo en los menores de 21 años», indica Sara Simón, directora del Proyecto Reconecta.

También para estos casos se desarrollan dos tipos de programas, uno de ellos es el de la prevención escolar y el otro el de la familiar. Programas que, por otra parte, van de la mano.

El escolar se desarrolla en los centros educativos, pero no consta únicamente de encuentros puntuales con los alumnos. «Buscamos una intervención a lo largo del año y trabajamos habilidades sociales, de gestión, de comunicación... Habilidades que son muy necesarias en el día a día de los jóvenes», concluye Simón.

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