El Parlamento convierte en diputada no adscrita por tránsfuga a Romero, solo defendida por el PSOE

La Mesa del Parlamento de La Rioja ha aprobado esta mañana la solicitud de Izquierda Unida (IU), pactada previamente con Podemos, gracias al voto favorable de los dos miembros del PP y pese al contrario de los dos del PSOE, la expulsión de la diputada y consejera de Igualdad, Raquel Romero, del Grupo Mixto. Romero pasa a ser diputada no adscrita tras ser considerada tránsfuga oficialmente, aunque ni el grupo parlamentario socialista ni el propio gobierno de Concha Andreu la siguen reconociendo como tal.

En cuanto a los efectos que tendrá la nueva condición de no adscrita de la diputada transfuga, el letrado del Parlamento se comprometió a presentar próximamente un informe concreto para ver cómo queda el Grupo Mixto. En principio, tal y como informó ayer Diario LA RIOJA, la pérdida del Grupo Parlamentario supone que Raquel Romero, como diputada, se queda sin el asesor a jornada completa y el segundo a media jornada con que contaba como integrante del Grupo Mixto.

En todo caso, los medios que pierde Romero seguirán transfiriéndose al Grupo Mixto, salvo la asignación por diputada (3.000 euros al mes), que a partir de ahora se ahorrará la Cámara, por lo que, en principio los asesores de Romero podrán continuar en sus puestos, mientras no se decida lo contrario: «IU no ha nombrado a nadie ni tiene intención de cesar a nadie», asegura Henar Moreno, su portavoz parlamentaria.

Moreno señaló que la expulsión de Raquel Romero del Grupo Mixto «es una cuestión de coherencia y de dignidad por su condición de tránsfuga y lo que puedo asegurar es que IU no se va a beneficiar económicamente de esta cuestión». «Lo que sí lamento es la postura de los diputados socialistas de la Mesa porque nosotros venimos a dignificar la política y lo que no se puede hacer es firmar pactos antitransfuguismo y luego votar en contra de su aplicación por intereses espúreos, como han hecho hoy, o como ha hecho el PP en otas ocasiones como en Murcia».

Por su parte, Jesús María García, presidente del Parlamento y miembro de la Mesa, justifica el voto contrario del PSOE a la expulsión de Raquel Romero del Grupo Mixto a una cuestión formal: «Ni hemos entrado a valorar el fondo, pero a nuestro juicio era necesario un informe previo de los Servicios Jurídicos de la Cámara antes de votar la decisión, así como una acreditación por escrito de la consideración de tránsfuga por parte de Podemos».

La consideración de transfuga es una realidad -de hecho la coordinadora de Podemos, Arantxa Carrero, fue la que solicitó a IU que iniciara el procedimiento de expulsión del Grupo Mixto-, aunque el presidente del Parlamento insiste en que la acreditación por escrito y expresa es necesaria: «La Mesa, por mayoría de 3 a 2 no lo ha entendido así, por lo que se ha resuelto la expulsión del Grupo Mixto».

Existe un precedente de una situación similar, con Rebeca Grajea, que fue diputada de Ciudadanos la pasada legislatura y que, tras ser expulsada de la formación, fue también apartada del grupo parlamentario, aunque la situación no era exactamente la misma: Grajea solicitó voluntariamente su condición de no adscrita, mientras que Romero ha sido apartada no de forma voluntaria.

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